Los políticos reciben muchas críticas. Los partidos opositores difaman a sus oponentes para ganar el favor de los ciudadanos que están de su lado. Durante los ciclos electorales, los ataques difamatorios entre los contrincantes es frenética. Pero, ¿debería un cristiano dejarse atrapar en la condenación de los líderes de su nación, estado o ciudad?
Mientras que los políticos opositores y sus partidarios son rápidos para difamar públicamente, ¿cuál debe ser el enfoque de un seguidor de Jesucristo?