Rod McNair | El Mundo de Mañana

Rod McNair

La familia de hoy y del mañana: Únete a la empresa familiar



Jesucristo hizo la obra de su Padre aquí en la Tierra,

y Dios llama a sus discípulos a hacer lo mismo.

¿Estaremos preparándonos para la gloriosa labor que nos espera?

Los mansos heredarán la Tierra, gobernarán como reyes y sacerdotes, y servirán eternamente como “columnas” en la casa de Dios. La Biblia muestra a los discípulos haciendo todas estas cosas. Pero, ¿realmente qué significan para el futuro de los seguidores de Dios, los llamados escogidos y fieles?

Peligro de la pornografía



La pornografía está pudriendo el alma del mundo.

Pero hay esperanza para quienes estén esclavizados.

Se puede comenzar inocentemente: una mirada, un vistazo… un golpe de excitación. Luego otra mirada. Un momento de curiosidad se convierte en fascinación. Va atrayendo a la persona, empezando a hundirla en las arenas movedizas de la culpabilidad y la vergüenza. Una vez se convierte en dos veces, luego en tres. Un minuto se convierte en una hora. Una diversión momentánea se convierte en un hábito, que se arraiga durante meses y años.

¿Qué es la Fiesta de las Trompetas?

Las trompetas son prominentes en el lenguaje profético Bíblico. Estas trompetas señalan siete poderosas plagas desatadas sobre la Tierra durante el Día del Señor. La séptima trompeta señala el comienzo del reinado de Cristo sobre los reinos de este mundo. Y esta trompeta también anuncia la resurrección de los santos a la gloria, pero, ¿qué es exactamente la “Fiesta de las Trompetas”? ¡Acompáñenos!

Como criar niños buenos en el mundo de hoy

Sodoma y su ciudad hermana Gomorra fueron juzgadas y destruidas por Dios por su decadencia y corrupción. Lot escapó con vida, pero su familia pagó un alto precio. ¿Qué podemos aprender de la historia de Lot? ¿Cómo podemos guiar a nuestra familia, a nuestros hijos, en nuestra sociedad actual? ¿Cómo nos afecta vivir en un mundo de maldad creciente? ¿Cómo podemos criar buenos hijos hoy?

La familia de hoy y del mañana - ¡No seamos perfeccionistas!



Aparte de Jesucristo nadie es perfecto. Entonces, ¿deberíamos ser perfeccionistas para seguir su ejemplo?

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