El alto costo de la alta intensidad | El Mundo de Mañana

El alto costo de la alta intensidad

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El mundo del entretenimiento ya no es lo que fue. ¿Estaremos pagando un precio muy alto por el entretenimiento de actualidad? Por ejemplo, comparemos las recientes películas de DC Films con la serie de “Batman” televisada en los años sesenta. Algunas combinaciones de superhéroes modernos como: Batman contra Supermán, El amanecer de la justicia y La liga de justicia; difieren claramente de los programas un tanto jocosos de antes. La serie televisada en la década de 1960 tenía un tono colorido e intencionalmente alocado y divertido; en cambio, las películas más recientes son tenebrosas y, en el caso de Batman contra Supermán, según las críticas sin nada de humor.

La presentación de actos violentos también ha cambiado en forma dramática. En el Batman de los años sesenta solo hubo tres muertes en un total de 120 episodios; pero en una película moderna de superhéroes no es raro ver más de tres muertes ¡en una sola escena!

Además del tono más oscuro y la violencia acentuada, la potencia general de la experiencia cinematográfica se ha multiplicado mediante avances tecnológicos, por ejemplo, imágenes generadas por computadora y métodos mejorados en la presentación del sonido.

Más que cine

La industria de videojuegos refleja una trayectoria similar a lo que vemos en las salas de cine. Nuestras computadoras, incluidas las que llevamos en el bolsillo, y consolas de juego se hacen cada vez más potentes y complejas; y al mismo tiempo, los juegos se vuelven más realistas. Ciertos juegos recientes de gran venta como: Far Cry 5 y Call of Duty WWII, reflejan la misma intención de acción y violencia extremas que vemos en el cine, pero con la dimensión extra de permitir que el jugador de algún modo tome parte en la violencia.

Los juegos ultraviolentos y crudos como Grand Theft Auto V, también traen elementos gráficos de sexualidad y drogas; todo ello supuestamente para dar una experiencia más intensa y “realista”. El empleo de Google maps recrea lugares reales alrededor de Los Ángeles. “Es un mundo en el cual interactúas y existes; no lo sientes como una fachada que alguien ha inventado a nuestro alrededor”, explica Aaron Garbut, director artístico de Rockstar North (Techradar.com, 16 de septiembre del 2013).

Aquí viene la realidad virtual

Como si no bastara con un entretenimiento tradicional pero más intenso, podemos prever un verdadero estallido gracias al desarrollo de la realidad virtual (RV). “En la RV todo es más intenso. Como el cerebro procesa las experiencias de realidad virtual más o menos como si fueran experiencias reales, se pueden generar sentimientos de temor, angustia, desorientación; así como de felicidad y entusiasmo” (CommonSenseMedia.org, 3 de abril del 2018).

La RV es un fenómeno emergente que puede vivirse por medio de varios dispositivos. Un informe de CommonSenseMedia.org citó a Jakki Bailey del Laboratorio de Interacción Humana Virtual (Stanford University) y lo explica así: “Los efectos de la RV tienden a magnificarse en comparación con los medios tradicionales como la televisión. Una experiencia de RV, que rodea a la persona que percibe la imagen, y la hace interactuar con la escena con sus movimientos corporales naturales, tiende a producir mayor impacto que una experiencia similar vivida por otros medios” (Virtual Reality 101, 4 de abril del 2018).

La RV, al igual que otras tecnologías, tendrá aplicaciones buenas y aplicaciones malas. Por ejemplo, podemos usar el teléfono inteligente para identificar las constelaciones en el cielo o para dar un “paseo” virtual por los mejores museos del mundo. Pero los productos de gran venta generalmente son los mismos títulos transferidos de los videojuegos, con sus temas de sexualidad, drogas y violencia gráfica. En vez de sentarse en un silla a jugar un juego nuevo, los participantes están más involucrados, ya que actúan en las escenas donde se hallan virtualmente inmersos.

Por ser la RV relativamente nueva, los investigadores reconocen que no tienen la experiencia necesaria para comprender sus efectos a largo plazo, especialmente en niños. El informe de CommonSenseMedia.org cita a Jeremy Bailenson, fundador del Laboratorio de RV en Stanford: “Lo cierto es que, cuando se trata de niños y RV, sencillamente no sabemos mucho”. Nada indica, sin embargo, que estas inquietudes sean un freno para la industria del entretenimiento.

Problemas posibles

Al leer este artículo, quizás estés pensando: “Bueno, ¿y qué?” Muchos jóvenes conocen bien este tipo de entretenimiento hiperintenso y lo ven como algo normal. Pero los que tienen edad suficiente para ver la trayectoria desde el Batman de los sesenta a las películas de superhéroes de hoy, junto con otras tendencias generales en la sociedad, quizá noten la posibilidad de problemas cuando este entretenimiento se convierte en una dieta constante. Los siguientes son dos de esos problemas:

1) Pérdida de sensibilidad: Piensa en la primera vez que algo en la televisión o el cine te chocó. Quizá fue una escena de miedo en una película para niños, o alguien que recibía un disparo en una película de vaqueros. La primera vez que vemos actos así, producen un trauma, pero con el tiempo dejan de molestarnos.

Los investigadores calculan que un joven de 18 años en el mundo Occidental ya ha visto en promedio 150.000 actos de violencia en la televisión. ¡Si vives alguna cosa ciento cincuenta mil veces, tienes que hacerte menos sensible a esta! ¿Es esto lo que deseamos?

Como ya estamos tan insensibles, quienes hacen productos para los medios tienen que buscar maneras de intensificar el efecto. Lo hacen mostrándolos con detalles cada vez más gráficos, con sonidos realistas y acompañados de música dramática. Esto nos lleva al siguiente problema.

2) Antojo por más intensidad: A medida que uno pierde sensibilidad a lo que antes le conmovía, se hace necesario aumentar la intensidad. Por ejemplo, este fenómeno lo vemos en los deportes extremos y en el abuso de sustancias. Para lograr el mismo efecto se necesita más estímulo.

Hollywood y otras industrias lo saben muy bien. Por eso se han aplicado avances tecnológicos para reforzar la intensidad… y esto va a continuar. La industria de la tecnología está en una carrera armamentista para crear experiencias cada vez más intensas y reales.

Es imposible saber adónde nos llevará todo esto, pero todo consumidor de esta clase de entretenimiento tendrá que decidir cuándo decir ¡basta!

Tú decides

Viendo este empeño por aumentar la intensidad, sería bueno preguntarnos: “¿Quién dice que yo tengo que ser parte de eso?” Es importante analizar qué hace falta en nuestra vida, cuál es el vacío que nos lleva a buscar una intensidad artificial. Si nos desconectamos y alejamos de esa esclavitud de la estimulación, quizás encontraremos que la intensidad en el mundo real es más que suficiente.

Por ejemplo, ¿cuándo fue la última vez que acampaste bajo las estrellas o contemplaste de cerca una cascada atronadora, o simplemente te tiraste en la hierba bajo un árbol y absorbiste las muchas sensaciones que ofrece una acción tan sencilla? No será lo mismo que ver la última extravaganza de los Vengadores en IMAX 3D, ni es lo mismo que pelear con Darth Vader accionando un sable de luz dentro de la realidad virtual… pero sí es aprender a apreciar la maravillosa creación de Dios sin “mejoras”. Con el tiempo, y con un verdadero aprecio por todas las obras del Dios Todopoderoso, (Salmos 143:5; Apocalipsis 15:3), quizá la realidad sea la máxima intensidad que necesites. [MM]

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