Las arenas movedizas del cristianismo tradicional | El Mundo de Mañana

Las arenas movedizas del cristianismo tradicional

Díganos lo que piensa de este artículo

Varias de las grandes confesiones religiosas de la cristiandad tradicional estás envueltas en controversias, algunas hasta el punto de disolverse. Tienen que ver con litigios y protestas de grupos que defienden formas de conducta y normas de vida que son viles y contrarias a la Biblia. Esas organizaciones religiosas son conscientes de las claras enseñanzas bíblicas contra tales pecados, pero temen alejar a sus defensores que exigen reconocimiento y aceptación como miembros.

Es triste ver la forma en que la transigencia, la división, la fragmentación y los cismas; se remontan hasta los primaros siglos después de la fundación de la Iglesia de Jesucristo. Pero esa Iglesia se erigió sobre una Roca (Mateo 16:18). Jesús explicó los peligros de construir una casa sobre arena, señalando que no resistiría las tormentas que habrían de venir (Mateo 7:26-27).

Un estudio de las prácticas de la primitiva Iglesia de Dios (nombre con el que se designa doce veces en el Nuevo Testamento), revela que 200 años después de Jesucristo, muchos que decían seguirlo ya habían adoptado prácticas paganas, en vez de ceñirse a lo que Jesucristo enseñó. Consideremos que la creencia pagana en la inmortalidad del alma carece de fundamento bíblico. El Padre y Jesucristo son inmortales, pero: “El alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:20). Pero la vida eterna en Jesucristo es la recompensa de quienes reciban la salvación (Romanos 6:23); y quienes rechacen la salvación morirán para siempre en un lago de fuego (Apocalipsis 20:14-15).

El rapto es otra doctrina muy popular: aseguran que Dios se llevará a algunas personas repentinamente, ante el asombro de los vecinos, que se preguntarán qué pasó. Sin embargo, Jesús dijo que solo después de la tribulación y las señales celestes: “Aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el Cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la Tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del Cielo, con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). Luego sus elegidos serán reunidos de los cuatro vientos. Pablo dio más detalles en 1 Tesalonicenses 4:13-18.

Los primeros cristianos cumplían las instrucciones de Jesucristo, guardando sus mandamientos (Juan 14:15; 15:10), pero casi desde el principio muchos se desviaron de sus enseñanzas (ver en esta edición el artículo del señor Wallace Smith sobre el Concilio de Nicea, pág. 4). Hoy la mayoría de las iglesias enseñan que los diez mandamientos fueron abolidos o clavados en la cruz, y la mayor parte de las confesiones dejan de lado el cuarto mandamiento: “Acuérdate del sábado para santificarlo” (Éxodo 20:8-11, Reina Valera 1995).

Jesús guardaba la Pascua, y a sus discípulos les dijo: “Haced esto… en memoria de mí” (1 Corintios 11:25). No obstante, la mayor parte de quienes se declaran cristianos guardan en su lugar el domingo de Pascua, que además está infestado de símbolos de fecundidad, como conejos y huevos de colores. Jesucristo y sus apóstoles guardaban los siete días santos que representan el plan divino de salvación para la humanidad (Levítico 23), mientras que el cristianismo tradicional observa fiestas cuyo origen se encuentra en la idolatría y el paganismo, como el día de san Valentín, la noche de brujas y la navidad, además del domingo de Pascua.

Siendo así, para nadie debe ser sorpresa que las iglesias llamadas cristianas acepten lo que está prohibido en la Biblia. Es el resultado inevitable de aseverar que se sigue a Jesucristo, pero construir sobre las arenas movedizas del razonamiento humano.

La Roca del verdadero cristianismo

Jesús previó esa situación cuando dijo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los Cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre?... Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:21-23).

La Iglesia que Jesucristo edificó sobre la Roca aún existe… y está predicando activamente el evangelio del Reino de Dios, alimentando a una manada de congregaciones locales en todo el mundo, y publicando la advertencia de Ezequiel 33 sobre catástrofes que vendrán en el tiempo del fin.

Si usted desea saber más sobre esta Iglesia, le invitamos a leer el artículo informativo del señor Gerald Weston: La Iglesia que respalda El Mundo de Mañana. Y para aprender aún más sobre el cristianismo verdadero, puede leer: El falso cristianismo, un engaño satánico y Restauración del cristianismo original, folletos que se pueden descargar desde nuestra página en la red: www.elmundodemanana.org  o se pueden solicitar en versión impresa enviando un correo a: [email protected].  Todas nuestras publicaciones se ofrecen gratuitamente. [MM]

MÁS ARTÍCULOS DE ESTA EDICIÓN

Mostrar todos