Jesús les advirtió a los discípulos que se cuidaran de la hipocresía. A nadie le agradan las personas hipócritas, ¿pero somos nosotros hipócritas?
Jesús dijo a sus discípulos: “Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse” (Lucas 12: 1-2). La hipocresía sale a la luz tarde o temprano, y cuando lo hace, se propaga ampliamente (v. 3).