Una dulce fragancia | El Mundo de Mañana

Una dulce fragancia

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La fresca y brillante mañana de primavera era casi perfecta para una caminata vigorizante. A medida que me acercaba a un área verde y boscosa, me invadió la deliciosa dulce fragancia de la madreselva en flor que se sumó en gran medida al disfrute de la mañana. Que triste que tanta gente vaya apurada por la vida y no tenga tiempo de disfrutar de la dulce fragancia de las flores en primavera.

Esta experiencia trajo a mi mente una vieja película, La dulce fragancia del éxito.  Esta película es un retrato rudo de la escena del entretenimiento en la ciudad de Nueva York. La película no fue aclamada por la crítica, pero el título siempre me intrigó, ya que capta la esencia de lo que es importante para la mayoría de la gente, el ¡éxito! Este puede ser muy evasivo, y muchas personas nunca alcanzan el éxito en ningún área de sus vidas y significa diferentes cosas para diferentes personas. Para algunos, es el dinero o la independencia financiera. Para otros, es fama o notoriedad. Algunos lo definen como poder e influencia. Para muchos, parece que el éxito es solo una noción vaga que realmente nunca llegan a entender completamente.

Pero ¿qué es el éxito, realmente? ¿Cómo definiría o describiría el “éxito”? ¿Es un destino o es una travesía? ¿Cómo puede uno saberlo? ¿Dónde se buscan las respuestas? En El Mundo de Mañana comenzamos con la Biblia para encontrar las respuestas a estas importantes preguntas de la vida.

En el libro de Deuteronomio, Moisés registró las instrucciones de Dios que establecieron el modelo para la paz, la prosperidad y el éxito individual y nacional. Comenzó diciendo “si oyeres atentamente la voz de El Eterno tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también El Eterno tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra” (Deuteronomio 28:1). Los siguientes 13 versículos entran en detalle sobre las bendiciones de Dios, que incluyen una agricultura próspera, ciudades vibrantes, descendencia saludable y rebaños y manadas abundantes. Sus promesas también incluían protección y victoria sobre los enemigos de la nación. Al pueblo de Dios se le prometió paz y abundancia a cambio de la obediencia a Sus mandamientos y de vivir por fe. Lamentablemente, no hicieron esto durante un período prolongado de tiempo, por lo que el éxito potencial nunca se materializó por completo.

Junto con estas maravillosas promesas vino una severa advertencia para aquellos que ignoran la instrucción de Dios. Después de describir tantas grandes bendiciones, Dios enumera en detalle los devastadores resultados de desobedecer Sus leyes benevolentes. El describe terribles condiciones que incluyen cada faceta de la vida. La desobediencia a los maravillosos caminos de Dios traería el fracaso (o, en términos bíblicos, “maldiciones”) con consecuencias tales como pobreza, enfermedad, hambre y opresión por parte de otras naciones. Hoy en día vemos a muchos países e incluso a naciones desarrolladas del “primer mundo” experimentando estas condiciones.

Dios inspiró al profeta Isaías para describir los resultados de la desobediencia a Dios de esta manera: “Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez” (Isaías 3:24). El Apóstol Pablo nos recuerda: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23). Pablo entendió que el éxito principal es recibir la vida eterna en el Reino de Dios, y el fracaso mayor es morir eternamente en rechazo a los grandes dones de Dios.

Entonces, ¿qué elige usted, la dulce fragancia del éxito o el hedor del fracaso? Vea nuestra alentadora transmisión de El Mundo de Mañana "Las siete leyes del éxito”. También, lo invitamos a leer nuestro poderoso folleto El misterio del destino humano, que lo inspirará y lo desafiará a asegurar su éxito poniendo su vida en armonía con las leyes inmutables de Dios. Puede leerlo en línea o solicitar una copia impresa, absolutamente gratis y sin compromiso. ¡Hágalo sin demora!