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¿Irá la bancarrota moral junto al colapso financiero de Inglaterra, mientras presenciamos la pérdida de su grandeza?
Aunque es una nación insular relativamente pequeña, Inglaterra ha ejercido un enorme poderío y dominio financiero a lo largo de los siglos. ¡Londres ha sido durante mucho tiempo un centro financiero mundial! La libra esterlina ha sido el estándar monetario global, y sigue siendo una de las monedas más fuertes del mundo. Además, el Financial Times Stock Exchange 100 (Índice bursátil de las 100 principales empresas británicas) goza de prestigio mundial. El nivel de vida británico también se mantiene entre los más altos del mundo.
Sin embargo, algo falla en la economía británica. Su aparente riqueza y superioridad financiera vienen a ser un espejismo. Cuando el nuevo gobierno laborista asumió el cargo en julio del 2024, Reuters publicó un artículo titulado: Inglaterra está en la ruina, declara el nuevo gobierno (29 de julio del 2024). Aunque el nuevo gobierno utilizó intencionalmente un lenguaje alarmista, para culpar a sus predecesores de los actuales problemas financieros de Inglaterra, la observación era correcta y, de hecho, arrojó luz sobre un problema que se ha estado gestando en el país durante decenios.
Como se lamentaba un comentarista del respetado Telegraph: “Las luces están encendidas, pero nadie en el asediado Gobierno británico quiere saberlo” (25 de enero del 2025). El aleccionador título del comentario era: “Inglaterra está al borde de una crisis fiscal total”. El autor del Telegraph también señaló que otros países ven a Inglaterra como “una economía mediana en decadencia, al margen de Europa, que aún lucha por sacar provecho económico del brexit”. El meollo del asunto es que Inglaterra, una nación con escaso ahorro interno, se está endeudando considerablemente; se ha vuelto cada vez más dependiente del dinero extranjero para llegar a fin de mes.
Un análisis interno muestra que, desde el 2020, ocho ayuntamientos (municipios) del Reino Unido se han declarado en quiebra (Telegraph, 27 de noviembre del 2024); a menudo debido a malas inversiones que los concejales esperaban que les ayudarían a paliar sus déficits financieros. El aumento de los costos de la vivienda y de la atención a las personas mayores, a menudo asumidos por los ayuntamientos, es prácticamente imposible de gestionar.
En cuanto al gobierno nacional, gastos como la seguridad social, las pensiones del sector público y la deuda por préstamos estudiantiles; están hundiendo la economía. Se prevé que varias universidades quiebren en los próximos años, lo que probablemente requiera un rescate gubernamental. La Oficina Nacional de Auditoría (NAO, por sus siglas en inglés), responsable de supervisar los gastos de más de 10.000 organismos públicos, ha informado de un “grave retraso” en sus auditorías de las cuentas públicas. Esto significa que el gobierno está gastando dinero sin tener un conocimiento claro de los fondos disponibles. Como lo expresó un analista financiero: “La dura realidad es que el Reino Unido se ha ido quedando gradualmente sin dinero durante los últimos veinte años. No sabemos con exactitud qué tan cerca estamos de quedarnos sin dinero. Pero la decisión de la NAO es una señal de que el final podría estar mucho más cerca de lo que nadie cree en este momento”.
Los economistas pronostican que un mayor gasto público y de los hogares en el 2025, resultará en una economía británica mejorada, que superará el estancamiento de las economías europeas (Financial Times, 2 de enero del 2025). Sin embargo, con el estancamiento del crecimiento salarial y el aumento del desempleo, la vida del ciudadano promedio seguirá empeorando. El aumento de la deuda probablemente obligará a subir los impuestos, lo que afectará aún más la situación del asalariado medio.
E Inglaterra no está sola en sus problemas financieros. Europa, en su conjunto, afronta dificultades económicas. Alemania no ha experimentado un crecimiento económico en cinco años, y su sector automovilístico se ha visto especialmente afectado (The Independent, 17 de febrero del 2025). Además, según un execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional: “Francia está al borde de una crisis económica”, debido a los años de inacción política (FirstPost, 18 de enero del 2025). El gobierno francés ha dependido del gasto deficitario desde 1974, es decir, 50 años gastando más de lo que ingresa (Harvard International Review, 5 de noviembre del 2024). ¿Cuánto tiempo podrá continuar esto? Los economistas se preguntan, cómo le irá a Europa si la economía francesa fracasa, dado que Francia, junto con Alemania, es uno de los dos principales motores económicos del Continente.
Como observó con seriedad el escritor del Telegraph, Matthew Lynn, respecto del futuro financiero de Inglaterra: “Al preguntarle cómo se arruinó, un personaje de Ernest Hemingway lo explicó: ‘Gradualmente. Y luego, de repente’”. Para el Reino Unido, el ‘gradualmente’ podría convertirse en ‘de repente’ en cualquier momento” (27 de noviembre del 2024).
Muchas naciones del mundo se encuentran en graves dificultades económicas. Pero, ¿por qué el Reino Unido y otras otrora grandes naciones de ascendencia israelita atraviesan dificultades? Mediante sus profecías, la Biblia arroja luz sobre la situación actual. Dios prometió bendecir y proteger a estas naciones mientras se mantuvieran en obediencia:
“Te abrirá el Eterno su buen tesoro, el Cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá el Eterno por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos del Eterno tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas” (Deuteronomio 28:12-13).
Dios desea que estas naciones prosperen, gracias a las promesas que les hizo de bendecir a los descendientes de Abraham mediante Isaac (Génesis 22:15-18). Pero advirtió que, si las naciones descendientes de Israel lo rechazaban, les sobrevendrían terribles maldiciones, incluyendo la ruina financiera: “Serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a las cuales te llevará el Eterno… El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. Él te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola” (Deuteronomio 28:37, 43-44).
El Reino Unido y las demás naciones occidentales de ascendencia israelita, han optado por rechazar a Dios. Lamentablemente, esto les está quitando sus bendiciones. También les traerá sufrimiento y humillación en el futuro. Sin embargo, Dios es misericordioso, y su ira es efímera: “Un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida” (Salmos 30:5). El Eterno ha planeado un futuro y una esperanza para las naciones de ascendencia israelita, como Inglaterra, y también para toda la humanidad (Jeremías 29:11). Planea darles la bienvenida cuando, en el futuro, regresen verdaderamente a Él: “Vivo yo, dice el Eterno el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?” (Ezequiel 33:11).
La Biblia es clara acerca del sombrío futuro de los planes impíos de Inglaterra, pero sus problemas financieros no durarán para siempre. Dios es misericordioso y amoroso, y volverá a bendecir al pueblo británico con abundancia cuando finalmente reconozcan el error de sus caminos. Para saber más sobre la esperanza para los británicos y sus descendientes, lea nuestro fascinante folleto: Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, aquí en nuestro sitio en la red: www.elmundodemanana.org, o envíenos un correo para solicitar su ejemplar impreso gratuito. [MM]