Cinco profecías para el Oriente Medio | El Mundo de Mañana

Cinco profecías para el Oriente Medio

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La Palabra de Dios identifica al Oriente Medio como clave para una serie de conflictos en el tiempo del fin que culminarán con el regreso de Jesucristo para establecer su Reino. Estas cinco profecías para el Oriente Medio describen hechos que tienen que ocurrir antes de ese regreso.

¡Hechos a los que debemos estar atentos!

La profecía bíblica revela que ciertos sucesos en el Oriente Medio decidirán el futuro de todo el mundo. ¿Ha puesto su atención en esta turbulenta región? ¿Sabe qué nos depara el futuro?

“Cuando el Oriente Medio estornuda, al resto del mundo le da gripe”, observó el periodista israelí Yossi Melman. Efectivamente, los conflictos en el Oriente Medio suelen sentirse vivamente en Occidente y también ocurre lo opuesto.

“El ejército de los Estados Unidos gasta aproximadamente un millón de dólares para detener a millares de guerrilleros del Estado Islámico y sus familiares en campamentos improvisados manejados por milicianos kurdos en el Norte de Siria, involucrando cada vez más al Pentágono en operaciones de detención en zonas de guerra que ha pretendido evitar”, escribe Eric Schmitt del New York Times. “Los críticos temen que dichas instalaciones se conviertan en semillero de extremistas y se repita el estado de inseguridad que se generó en la guerra de Irak”. Schmitt prosigue diciendo que “solo en el último mes, y armadas con nuevas autoridades del señor Trump, las fuerzas de Operaciones Especiales Americanas siguen capturando operativos del Estado Islámico y de al Qaeda”. ¡Es claro que el conflicto en el Oriente Medio está lejos de ser asunto del pasado!

De una forma o de otra, parece que el Oriente Medio continúa siendo un punto de atención de los conflictos en el mundo. ¿Llegará algún día cuando esa región o, en realidad todas las regiones del mundo, vivan una paz real y duradera?

Felizmente la Biblia predice un tiempo cuando la paz acabará por reinar en la Tierra, pero ese momento vendrá solo después de un período de guerras y sufrimientos nunca antes vistos en el mundo. Pero si sabemos qué hechos profetizados debemos buscar, podremos tener esperanza y confianza en el futuro de paz prometido por Dios, aun cuando estemos en medio de odio y asolamiento espantosos. Este artículo examinará cinco sucesos clave profetizados que merecen una atenta observación.

Profecía #1: Nuevas alianzas militares al oriente del río Éufrates

¿Recuerda usted la guerra entre Irán e Irak? Duró de 1980 a 1988 y cobró más de un millón de vidas. El río Éufrates figuró en aquel choque, y la Biblia indica que ha de figurar nuevamente en los sucesos profetizados para el tiempo del fin.

El río Éufrates nace en Turquía, pasa por Siria e Irak y desemboca en el golfo Pérsico. La nación de Irán limita con el oriente de Irak. Durante el día del Señor previsto en la profecía, un ejército de 200 millones de soldados atravesará el río Éufrates en dirección al oeste y entrará en el Oriente Medio.

En el libro del Apocalipsis leemos sobre un ejército formidable que llega del Oriente y que matará a miles de millones de personas. El apóstol Juan lo describe como la plaga de la sexta trompeta. Veamos dónde se reunirá esta enorme fuerza: “El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates” (Apocalipsis 9:13-14).

Sí, el río Éufrates es el punto central de esta profecía. Juan prosigue: “Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca” (vs. 15-18).

Vemos aquí un mundo donde mueren miles de millones de seres humanos al llegar un ejército de 200 millones que se abre paso por el río Éufrates, ¡y aniquila un tercio de la población mundial! Por eso nos dijo Jesucristo que si aquellos días no se acortaran, no quedaría nadie con vida (Mateo 24:21-22).

¿Cuáles potencias mundiales quedan al oriente del río Éufrates? Si miramos un mapa, veremos varias naciones, entre ellas Irán, India, China y Rusia. Mantengámonos atentos al desarrollo militar de esas naciones y a sus alianzas internacionales. Estemos atentos también a sus crecientes inversiones en poderío militar, ¡sin dejar de lado las armas nucleares!

Profecía #2: Mayor unidad entre los enemigos tradicionales de Israel

En junio de 1967 Israel libró lo que llegó a llamarse la Guerra de los Seis Días. Oponiéndose a las fuerzas combinadas de Egipto, Siria y Jordania; Israel capturó la península de Sinaí, las alturas de Golán, Cisjordania y Jerusalén Oriental. La victoria les dio acceso a los antiguos lugares santos en Jerusalén, entre ellos el muro occidental, conocido también como el muro de los Lamentos, en el monte del Templo. Terminada la guerra, Israel ofreció devolver Cisjordania al control de los palestinos si estos aceptaban a Israel como propietaria de todo Jerusalén. Gamal Abdel Nasser, entonces presidente de Egipto, se unió a sus vecinos árabes en un rotundo rechazo a la oferta de tierra a cambio de paz.

Siete años después, el 6 de octubre de 1973, Israel se encontró nuevamente en guerra; en lo que llegó a conocerse como la Guerra de Yom Kipur, porque se inició en el día de Expiación. Israel rechazó invasiones por parte de Egipto y Siria. Finalmente, Israel, Egipto y Siria aceptaron un plan de alto al fuego propuesto por las Naciones Unidas para terminar el conflicto.

Desde entonces ha habido algunos ataques militares, así como varios años de intifada, palabra árabe que significa “sacudir”, en la cual los palestinos mostraron su resistencia, en ocasiones sangrienta, a lo que consideraban el dominio injusto de Israel. Los choques y el derrame de sangre también continuaron entre facciones palestinas; en cierto momento, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, declaró que su nación estaba “al borde de la guerra civil” por las luchas entre su organización llamada Fatá y el grupo militante islámico Hamás.

Aun en medio de conflictos entre las naciones árabes y musulmanas, muchas están unidas por su repudio a Israel. El presidente iraní Hasán Rouhaní denunció a Israel como “un gobierno de ocupación y usurpador” que “comete injusticias con el pueblo de la región [Oriente Medio], y que ha traído inestabilidad a la región con sus políticas belicistas”. Según el diario Times of Israel, el comandante Mohammad Reza Naqdi, de la milicia Basij de la Guardia Revolucionaria iraní, dijo en el 2015 que “borrar a Israel del mapa” no era “negociable”. Aunque las tradicionales disputas entre árabes y musulmanes continuarán, estemos atentos a una unidad creciente de esas fuerzas en contra de Israel. La Biblia indica que un futuro “Rey del Sur” unirá a varias naciones árabes y que el “Rey del Norte”, viendo esta fuerza combinada como una amenaza, intensificará el conflicto alrededor de Jerusalén (Daniel 11:40-45). El resultado será un conflicto espantoso que sacudirá al mundo, pero los lectores de la Biblia reconocerán que al mismo tiempo es un anuncio del regreso inminente de Jesucristo.

Profecía #3: Intentos internacionales por controlar Jerusalén

Por motivos tanto históricos como religiosos, Jerusalén tiene importancia para los seguidores del judaísmo, el cristianismo y el islamismo. Las tres religiones lo ven como escenario de grandes sucesos fundamentales en su fe. Los judíos tienen a Jerusalén en gran estima como la ciudad de los grandes profetas y como la capital del Reino de Israel y Judá bajo el rey David y su hijo el rey Salomón.

El templo de Salomón, conocido también como el Primer Templo, se construyó en Jerusalén bajo la dirección del rey Salomón en el siglo 10 AC, y continuó siendo el centro de culto de Judá hasta que los babilonios lo destruyeron en el siglo 6 AC, cuando los habitantes de Judá cayeron en cautiverio. Reconstruido como el Segundo Templo cuando los judíos regresaron de Babilonia, continuó siendo el punto central del culto judío hasta su destrucción por los ejércitos romanos en el año 70 DC. Para el Islam, Jerusalén es la tercera ciudad santa, después de La Meca y Medina. Allí se encuentra el llamado domo de la Roca, una mezquita de cúpula dorada que se levanta sobre el monte del Templo desde el año 691 DC. Esta es la más antigua de las estructuras musulmanas conocidas. Los musulmanes se refieren al Monte del Templo como el Haram al-Sharif (“El Noble Santuario”), y consideran que señala el lugar desde donde ascendió Mahoma al Cielo en compañía del ángel Gabriel.

Por su parte los cristianos ven en Jerusalén la ciudad donde Jesucristo murió crucificado y resucitó, pero también como el lugar adonde vendrá por segunda vez según la profecía. Es allí donde sus pies tocarán la tierra, en el monte de los Olivos al oriente de Jerusalén (Zacarias 14:4).

Dada la importancia de Jerusalén para tres religiones importantes, hace muchos años que su administración es tema de controversia internacional. Si bien Israel ha controlado tanto el Oriente como el Occidente de Jerusalén desde 1967, muchos gobiernos desean que la ciudad sea administrada internacionalmente. El Plan de Paz para Palestina, originado por las Naciones Unidas en 1947 (Resolución 181 de la Asamblea General de la ONU), propuso que Jerusalén tuviera el estatus de corpus separatum —una zona administrada internacionalmente— y aunque el estatuto nunca entró en vigor, muchos siguen deseando un arreglo de este tipo. En 1984, el papa Juan Pablo II escribió en su carta apostólica Redemptoris Anno que esperaba que Jerusalén recibiera un “estatus especial garantizado internacionalmente”. ¿Quién garantizaría ese estatus? En 1975 el secretario de estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, propuso que Jerusalén se convirtiera en ciudad internacional, con el control de los lugares santos y la administración religiosa en manos del pontífice de la Iglesia Católica Romana.

¿Se producirá en esos términos el control internacional de Jerusalén? La Biblia revela que la historia dará un giro sorprendente, por lo cual Jerusalén quedará bajo control, no de Israel, sino de otra potencia gubernamental. El apóstol Juan escribió: “Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo

aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses” (Apocalipsis 11:1-2).

Es así como Jerusalén, la ciudad santa, pasará a manos gentiles ¡durante 42 meses hasta que Jesucristo regrese! Una gran potencia mundial, identificada como la “bestia” en el libro del Apocalipsis, invadirá el Oriente Medio y asumirá el control de Jerusalén durante el período de tres años y medio anterior al regreso de Jesucristo. Durante ese lapso, dos profetas de Dios darán testimonio con gran poder y contenderán con la fuerza gentil que en esos momentos estará ejerciendo el dominio sobre el Oriente Medio (Apocalipsis 11:3-14).

Profecía #4: Sacrificio de animales restablecido por los judíos en Jerusalén

Si usted ha leído los libros de Daniel y Mateo en la Biblia, quizá se sintió perplejo ante la misteriosa “abominación desoladora”. ¿Qué es y qué importancia tiene en las profecías para el tiempo del fin? Primero, veamos las palabras del propio Jesucristo cuando dijo: “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes” (Mateo 24:15-16).

No hay duda de que esta es una advertencia importante y conviene que la comprendamos. Señala el momento en que el pueblo de Dios deberá huir para escapar de la secuencia de calamidades profetizadas que tendrán lugar durante tres años y medio en el tiempo del fin.

Históricamente el gobernante griego Antíoco Epífanes emitió en el año 167 AC un decreto en el que prohibía que los judíos presentaran sacrificios en el templo. “Se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora” (Daniel 11:31). Antíoco no solo suspendió los sacrificios diarios, sino que levantó una estatua de Júpiter Olimpo en el templo y pretendía que todos la adoraran.

Este hecho, descrito en Daniel 8, prefigura un hito profetizado para el tiempo del fin: “Desde el momento en que sea abolido el sacrificio perpetuo e instalada la abominación de la desolación: mil doscientos noventa días” (Daniel 12:11, Biblia de Jerusalén). Así es, 1.290 días antes del regreso de Cristo ¡se volverán a suspender los sacrificios de animales! Jesús nos advierte, como discípulos, que estemos atentos a la abominación desoladora en el tiempo del fin. Así como Antíoco Epífanes profanó el templo en el 167 AC, e interrumpió los sacrificios, ¡también una autoridad profana interrumpirá los sacrificios en Jerusalén en el futuro! De hecho, el apóstol Pablo advierte que en el lugar santo se sentará un falso Cristo: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Tesalonicenses 2:3-4).

El falso profeta hará grandes milagros y logrará engañar a millones de personas. Fomentará el culto hacia su persona y se mostrará como revestido del manto de divinidad. Este gran profeta falso está destinado a hacer milagros portentosos, hasta el punto de bajar fuego del cielo, ¡y engañará a millones en todo el mundo! (Apocalipsis 13:13-14). ¡No debemos dejarnos engañar por esas señales y portentos! Las Escrituras nos dicen: “Examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21).

Aquí hay un punto clave. Los judíos no han ofrecido sacrificios de animales desde el año 70 DC, cuando los romanos arrasaron el templo en Jerusalén. Para que se suspendan los sacrificios en el tiempo del fin, ¡primero es necesario que empiecen! Cuando se reanuden los sacrificios de animales en Jerusalén, sabremos que las profecías expuestas por Jesús ¡se encaminarán hacia un clímax atronador!

Esperemos hechos en Israel que conduzcan al restablecimiento del sacrificio de animales. Esto puede significar, o no, que se levante nuevamente una estructura del templo. Notemos lo que ocurrió cuando los judíos regresaron de su exilio en Babilonia alrededor del año 536 AC. Tenían un lugar santo, pero aún no había templo. El libro de Esdras cuenta que llegaron a la “casa de Dios” antes de tener un templo donde pudieran presentar sacrificios (Esdras 3:6). Más tarde, en los versículos que siguen, leemos que se echaron los cimientos de un templo.

El punto es que los sacrificios deben presentarse en un “lugar santo”, pero ya vimos en Esdras que se podían presentar los sacrificios diarios aun sin que hubiera un edificio físico llamado templo. En la actualidad, solamente los musulmanes están autorizados para adorar en el monte del Templo; y el lugar más santo actualmente bajo control de las autoridades religiosas judías es el muro occidental, o muro de los Lamentos. Los sacrificios se reanudarán de un modo u otro, falta por ver exactamente dónde y cómo ocurrirá. ¡Estemos atentos a alguna crisis nacional en Israel que precipite este suceso!

Profecía #5: Una superpotencia europea controla Jerusalén

Ya hemos visto que antes del regreso de Jesucristo los enemigos de Israel se unirán en contra del diminuto país. Hemos visto que habrá un empeño por arrebatarle a Israel el control de Jerusalén, y ponerlo en manos de una administración internacional. Hemos visto que esta crisis estimulará a los judíos religiosos a instituir de nuevo los sacrificios de animales. ¿Qué más debemos buscar?

La Biblia indica que poco antes del regreso de Jesucristo una superpotencia europea asumirá el control de Jerusalén. El profeta Daniel describió el surgimiento de una potencia del Sur que provocará a una del Norte. Veamos: “Al cabo del tiempo el Rey del Sur contenderá con él; y el Rey del Norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas estas escaparán de su mano: Edom y

Moab, y la mayoría de los hijos de Amón. Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto” (Daniel 11:40-42).

El Rey del Norte entrará en la “tierra gloriosa”, lugar donde se encuentra el estado de Israel. Los especialistas en la Biblia identifican a Amón, que logra escapar de la mano del Rey junto con Edom y Moab, como la actual Jordania; lo que llevó a muchos a creer que Jordania será aliada de la potencia europea. ¿Quiénes formarán esta alianza contra Israel? Veamos el Salmo 83. Asiria, Alemania actual, va a encabezar una alianza que incluirá a Moab, Amón y Edom. Estudie un mapa bíblico para encontrar los lugares que ocuparon históricamente. También le invitamos, si no lo ha hecho ya, a pedir un ejemplar gratuito de nuestro artículo: ¿Un cuarto Reich? ¿Cuál es el futuro de Alemania? Para enterarse del papel de Alemania como la Asiria de los tiempos modernos.

¿Qué dicen las Escrituras sobre el Rey del Norte? Hemos visto que también se conoce como la “bestia”, pero ¿quién es la bestia? La siguiente glosa de la Biblia Douay-Rheims (Nueva Edición Católica) se refiere a la bestia de Apocalipsis 17:11: “La bestia mencionada aquí parece ser el Imperio Romano, como en el capítulo 13”. En otras palabras, tanto la bestia de Apocalipsis 17 como la de Apocalipsis 13 representan al Imperio Romano. Esta Biblia católica también tiene la siguiente glosa respecto de Apocalipsis 13:1: “La imagen de la primera bestia se basa en el séptimo capítulo de Daniel. Esta bestia es figura de los reinos del mundo, fundados sobre pasiones y egoísmo, que en todas las edades se oponen a Cristo y buscan oprimir a los siervos de Dios. Roma imperial representa dicha potencia”.

La “bestia” viene a ser una versión resucitada del antiguo Imperio Romano. Si observamos los acontecimientos mundiales, quizá notemos que la Unión Europea está adquiriendo las características políticas, militares y económicas del Imperio descrito en las Escrituras. Apocalipsis 18 habla del poder económico de este Imperio.

Al aproximarse el tiempo de la gran tribulación, los cristianos sufrirán persecuciones. Pero Jesucristo nos dijo cómo reaccionar cuando se intensifique la persecución religiosa. “Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado” (Lucas 21:19-20).

Ahora nos encontramos en el período profetizado que se conoce como el tiempo del fin. Debemos estar preparados para la segunda venida. Cristo será Rey sobre toda la Tierra, con su sede en la nueva capital mundial: Jerusalén. “Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. Y el Eterno será Rey sobre toda la Tierra. En aquel día el Eterno será uno, y uno su nombre” (Zacarias 14:8-9).

Gracias a Dios, este maravilloso gobierno mundial bajo Jesucristo viene pronto. Oremos con fervor de todo corazón: “¡Venga tu Reino!” [MM]

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