La ciencia juega a ser Dios

Cuando se estrenó la película Jurassic Park (Parque Jurásico) en 1993, los espectadores se deleitaron con la idea de que la ciencia pudiera resucitar a los dinosaurios. Sin embargo, la mayoría comprendió que recrear dinosaurios a partir de ADN fosilizado era una idea descabellada. Treinta años después, ¡esa idea, antes descabellada, se está haciendo realidad!

La empresa Colossal Biosciences, de Austin, Texas, se ha centrado en la “desextinción” de animales que consideran beneficiosos para la biosfera. Para lograrlo, los científicos utilizan tecnología avanzada de edición genética para recrear el ADN de animales extintos (DW, 8 de abril de 2025). En su primer intento público, los científicos tomaron ADN recuperado de un diente y un hueso de la oreja de especímenes de “lobos terribles” que se encuentran en museos. Luego, reescribieron el código genético del lobo gris para que coincidiera con el de la especie extinta, realizando solo 20 ediciones en 14 genes. Los embriones fecundados fueron implantados en perras domésticas como madres sustitutas, y 62 días después, el mundo presenció el nacimiento de cachorros de “lobo terrible” por primera vez en varios milenios. La empresa advierte que no sabe cuánto tiempo vivirán los cachorros, porque se trata de un experimento genético. Sin embargo, hasta la fecha, Rómulo y Remo, junto con su hermana menor Khaleesi, están creciendo rápidamente. Ellos “serán más grandes y musculosos que los lobos grises modernos, parientes suyos, si llegan a la edad adulta”. La empresa trabaja actualmente en la “desextinción” del mamut lanudo y planifica tener una cría viva para 2028. La empresa espera utilizar su tecnología para revertir las extinciones provocadas por el hombre en los últimos dos siglos.

El trabajo de Colossal Biosciences es emocionante, y a la vez, preocupante. Cuando el ser humano adquiere el poder de recrear criaturas extintas, e incluso crear nuevas criaturas reescribiendo el código genético, ¿qué podría suceder después? ¿Qué debe pensar el ser humano de sí mismo cuando puede conseguir logros tan fantásticos? ¿Y quién decide qué límites se pueden o no cruzar? Existían razones por las que Dios decidió confundir las lenguas en la torre de Babel (Génesis 11:5-9). Intentar jugar a ser Dios sin la sabiduría de Dios es un juego peligroso. Para aprender más sobre el Creador de la ciencia, lean “¿Podemos transcender nuestra humanidad?”