Hablar con los niños les ayuda a aprender | El Mundo de Mañana

Hablar con los niños les ayuda a aprender

Díganos lo que piensa de este artículo

Muchos saben que leerles a los niños pequeños ayuda en el desarrollo de sus cerebros. Una serie de investigaciones recientes han resaltado aún más el impacto positivo que tiene en el aprendizaje y en el desarrollo cerebral de los niños pequeños la conversación con ellos (BBC, 1 de octubre de 2019). No es suficiente que los niños solo escuchen conversaciones a su alrededor, y no es la cantidad de palabras que escuchan lo que más importa. Más bien, es la conversación que tienen los niños con las personas que los cuidan lo que tiene un mayor impacto. Los niños cuyos padres (y/o cuidadores) los involucran en sus conversaciones, desarrollan habilidades verbales mucho más fuertes, dándoles una gran ventaja sobre los niños que no participan regularmente en tales conversaciones.

En la sociedad acelerada de hoy, algunos padres pasan alrededor de unos 15 minutos al día interactuando con sus hijos, colocando a sus hijos e hijas bajo la carga de una gran desventaja de aprendizaje. Dios deja claro que su sincero deseo es “volver el corazón de los padres hacia los hijos” (Malaquías 4:6). También mandó a los padres a que hablaran durante todo el día con sus hijos acerca de Dios y su camino de vida (Deuteronomio 6:7). Estas directrices enfatizan claramente lo importante que es esa instrucción para nuestro Creador. Pero, con esta nueva compresión sobre la importancia de la “conversación” entre padres e hijos, vemos que obedecer los mandamientos de Dios puede tener un impacto aún mayor de lo que podríamos imaginar. Los padres que se toman el tiempo de hablar con sus hijos tienen la oportunidad no solo de transmitir las enseñanzas de Dios, sino también de ayudar a que la mente de sus hijos y sus habilidades de comunicación se desarrollen, ¡brindándoles una gran bendición a largo plazo! Para obtener herramientas valiosas para criar hijos a la manera de Dios, lean Por qué es tan difícil criar hijos.