La palabra "pestilencia" evoca inmediatamente una imagen amenazante y siniestra de una epidemia fatal. Podemos pensar en la peste bubónica, en la infame "Peste Negra", la influenza pandémica, etc. Algunos también pueden pensar en advertencias bíblicas severas con respecto a los "últimos días". ¿Podemos encontrar protección contra las pestilencias?