Serviendo a los demás | El Mundo de Mañana

Serviendo a los demás

Díganos lo que piensa de este artículo

Recuerdo una ocasión en la que me detuve en una cafetería para disfrutar de un café helado de avellana cuando sucedió algo interesante. ¡La señora que estaba frente a mí se dio cuenta en la caja registradora que había olvidado poner su billetera en su bolso! Avergonzada, se disculpó y le dijo al cajero que su hermana vendría a buscarla y que ella pagaría por ello. Como yo era el siguiente en la fila, aproveché la oportunidad para pagar por su bebida. ¡Este simple acto de bondad marcó la diferencia tanto para la señora como para el cajero, y me brindó una dosis extra de motivación para continuar con mi día!

En nuestra sociedad la palabra "servicio" permea nuestro vocabulario. Agradecemos al personal militar, bomberos, policías, etc., por su servicio a nuestro país. Un mesero nos atiende en un restaurante. Cuando nuestro vehículo necesita mantenimiento, lo llevamos a un taller de servicio. Los grandes almacenes contratan representantes de servicio para servir mejor al cliente, y hay muchos otros ejemplos para enumerar; pero definamos el término “servicio” y veamos su importancia.

El diccionario Rae.es  describe el servicio como: “hacer algo en favor de alguien, que le sea de beneficio o utilidad”. Identificamos el servicio como una acción que beneficia a los demás. Al principio, Dios nos dio la vida como un acto de servicio para nuestro beneficio. Inicialmente le dijo a Adán que sirviera a la creación protegiéndola y cultivándola (Génesis 2:15). Dios también le dio a Adán una compañera de servicio que lo ayudaría y compartiría sus responsabilidades (v. 18). Dios, deseando formar una familia, creo al hombre y a la mujer para que le sirvieran a Él y el uno al otro, produciendo una descendencia piadosa (Génesis 1:26). Toda la mente de Dios gira en torno al servicio y vemos muchos ejemplos de servicio a lo largo de las Escrituras.

Cristo animó a sus discípulos a ejemplificar el liderazgo de servicio. Él dijo: “y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:27-28). También dio un ejemplo de servicio durante la Pascua cuando lavó los pies de sus discípulos (Juan (13:1–17). Cristo sacrificó Su vida como un acto de servicio hacia nosotros, y el Padre nos sirve dándole vida eterna a los que creen en Él (Juan 3:14–16). Como nuestro Sumo Sacerdote compasivo, Cristo nos sirve continuamente cuando le suplicamos ayuda (Hebreos 4:15–16).

¿Cuáles son algunas maneras en las que podemos servirnos unos a otros? Si está casado, comience sirviendo a su pareja. A los hombres Dios les da la responsabilidad de ejercer el liderazgo en el matrimonio, y el rey Salomón brinda sabiduría al respecto: “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia del Eterno” (Proverbios 18:22). ¡Dios da a Su hija como un regalo que no debemos tomar a la ligera! Como líderes, los hombres tienen una oportunidad única de tomar la iniciativa en el servicio a sus esposas. Dejarle notas amorosas, regalarle flores, escucharla o regalarle un abrazo y un beso marcan la diferencia. Averigüe qué la hace feliz y luego hágalo “Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas” (Proverbios 31:10).

Las esposas también tienen la oportunidad de servir a sus esposos. Mi esposa se asegura de que yo tome el desayuno en la mañana antes de ir al trabajo; también le encanta hacer ejercicio o caminar conmigo, lo que nos da tiempo para compartir planes y mantenernos saludables juntos. ¡Estas cosas simples marcan la diferencia para mí cuando ella las hace! Si no está casado, preste servicio alentando a los demás, invite a algún hermano a cenar, abra la puerta para otros, corte el césped de algún anciano que lo necesite u ore por los demás, lo cual es un gran acto de servicio (1 Timoteo 2:1; Santiago 5:16).

Cuando vea una oportunidad para servir, hágalo de todo corazón. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). ¡Tomemos la iniciativa de servir a los demás! Para obtener más información sobre cómo servir a su cónyuge o mediante la oración, solicite nuestros folletos gratuitos El plan de Dios para un matrimonio feliz y Cómo orar para que Dios responda: doce claves.