La verdadera esperanza no es sólo un deseo | El Mundo de Mañana

La verdadera esperanza no es sólo un deseo

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Vivimos en tiempos difíciles y estresante, por eso, más que nunca, necesitamos tener esperanza. Hoy en día, la esperanza generalmente se define como algo que se desea. ¿Es ese el tipo de esperanza que necesitamos?

La gente dice cosas como "espero que nuestro equipo gane" o "espero que me den ese trabajo". Deseamos que estas cosas sucedan, pero no estamos seguros.

Hay muchos dichos sobre la esperanza y algunos de estos son de personajes famosos. Algunos dichos son verdaderos y útiles, pero otros son vagos y floridos, como yo los llamo. Por ejemplo:

  • "La esperanza es un abrazo a lo desconocido".
  • "La esperanza es el sueño de quienes están despiertos".
  • "La esperanza es como una gota de miel, un campo de tulipanes y lluvia fresca".

En la Biblia, el significado de la palabra esperanza es mucho más enriquecedor. Este tema bíblico es demasiado extenso para un breve comentario, pero una descripción general de lo que la Biblia dice sobre la esperanza puede ser instructiva.

El término esperanza en la Biblia tienen varios significados. Bíblicamente, la esperanza es una indicación de certeza; una anticipación y expectativa segura; confianza; esperar pacientemente y, si hay aflicción, vencer; no estático ni inactivo, sino dinámico y activo, motivado para actuar.

Lo primero que hay que entender acerca de la esperanza es que Dios mismo es una fuente de esperanza. Un ejemplo de esto se encuentra en Jeremías 17:7 "Bendito el varón que confía en el Señor, y cuya confianza es el Eterno". Y el versículo 13 agrega: " ¡Oh Eterno, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados". La palabra confía significa estar seguro, o no tener duda. Y la palabra traducida esperanza significa refugio, seguridad, certeza, confianza y convicción. Cada una es un sinónimo de la misma palabra hebrea.

La esperanza bíblica no es una ilusión. Más bien, es confiar en que Jesucristo hará lo que prometió y esperar ansiosamente por el resultado.

Así como Él fue la esperanza de Israel, Jesús es la esperanza de sus seguidores, ¿por qué? porque el Señor Jesucristo llevará a cabo todo lo que ha prometido, regresará para gobernar la Tierra y restaurar todas las cosas, sanará a las naciones, establecerá una paz real que los líderes de este mundo nunca podrán establecer y, en última instancia, cumplirá todo lo que dice en Su palabra, la Biblia.

Nuestra verdadera esperanza está en Dios y Su palabra. Si usted estudia la palabra esperanza, descubrirá cuán importante es. Repetidamente, la Biblia nos dice que esperemos en Dios y en Su palabra. “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza [anticipación, expectativa o confianza]” (Romanos 15: 4).

Nuestra esperanza debe estar en el Señor Jesucristo. En estos tiempos difíciles, “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (v. 13).

Para descubrir lo que Dios promete, lo invitamos a leer la Biblia y los siguientes folletos:  El verdadero Dios: Pruebas y promesas, ¿Conoce usted el verdadero evangelio? y El maravilloso mundo de mañana, ¿Como será?