Mark Sandor

El hecho de que algo sea gracioso no significa que sea bueno. ¡Ayudemos a nuestros hijos a adquirir una calidad de humor que todos puedan disfrutar!

¿Pasan los hijos demasiado tiempo frente a la pantalla?

¿Acaso hacemos lo mismo?

¿Cómo hacer para cambiar esos hábitos?

¿Encontramos que se interpone la adicción digital en las relaciones de familia? ¿Son adictos nuestros hijos al celular? ¿Los aleja la pantalla de otras actividades valiosas? ¿Nos preocupa pensar que aunque estén pequeños para la tecnología, quizá no aprendan a manejar esos dispositivos a medida que van creciendo?

Los beneficios de enseñar a los hijos a disfrutar de la lectura son invaluables y duraderos. ¿Por qué no comenzar con la Palabra de Dios?

Cuando era maestro en una escuela pública, una de nuestras finalidades era motivar a los alumnos a leer. A las autoridades del distrito donde trabajaba no les interesaba mucho los temas que leían los chicos, ¡con tal que leyeran algo! Podían ser textos de ficción o informativos, nuevos o antiguos, apropiados o no a su progreso en la lectura. La finalidad establecida era el simple hecho de que leyeran.

Los padres suelen inquietarse pensando en cómo proteger a sus hijos, y a la vez ayudarles a ser fuertes. La Biblia nos muestra maneras para lograr ambas cosas.