2019 Julio-Agosto
Los ingleses se cansaron de que Bruselas les dijera incluso cuáles pepinos cumplían las normas de calidad de la Unión Europea y podían, por tanto, venderse en el mercado. Esta fue una minucia al lado de la queja de los pescadores por las cuotas de pesca impuestas en aguas que los británicos consideran suyas. Además se impusieron pagos para subsidiar las economías más débiles de le UE. En pocas palabras, en Inglaterra muchos sintieron que perdían su soberanía y esto no les agradó.
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