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¡Haga realidad su PROPÓSITO!

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En todas partes está. El ruido, el ajetreo y las decenas de distracciones que, para la mayoría, son un impedimento que no les permite detenerse a pensar con profundidad en el propósito de su existencia. Muy pocas personas, incluso entre las que se declaran cristianas, tienen alguna idea del supremo propósito por el cual fueron creadas.

En todas partes está. El ruido, el ajetreo y las decenas de distracciones que, para la mayoría, son un impedimento que no les permite detenerse a pensar con profundidad en el propósito de su existencia. Muy pocas personas, incluso entre las que se declaran cristianas, tienen alguna idea del supremo propósito por el cual fueron creadas. Sin embargo, usted sí lo puede comprender, siempre y cuando esté dispuesto, con sinceridad y humildad, a buscar esa verdad y el conocimiento del Dios verdadero.

¿Dios verdadero?

 

¡Sí! ¡Es hora de despertarse! El mundo entero está repleto de "dioses" falsos, religiones falsas y enseñanzas falsas. ¿Cómo me atrevo a decir semejante cosa? Porque la propia Biblia lo repite una y otra vez y de diferente maneras. Se trata de un hecho básico pero que intranquiliza a la mayoría de las personas. No les gusta considerar siquiera que pueden estar equivocadas respecto de las incógnitas más vitales de la existencia: por qué nacimos, cuál es el verdadero propósito de nuestra vida y cómo usted y yo podemos hacer realidad ese gran propósito.

La "clave" para entender radica en estar dispuestos a humillarnos y a sacar tiempo para reflexionar profundamente sobre las incógnitas básicas de la vida. Luego, todos debemos orar con fervor pidiendo comprensión, pidiendo la buena voluntad para comprobar por nosotros mismos que la Santa Biblia sí trae las respuestas a estas preguntas; ¡siempre y cuando estemos dispuestos a creer que ella dice lo que es y es lo que dice!

Algunos protestarán: "¿Pero acaso no lo creen ya la mayoría de los cristianos?"

¡No! ¡Sinceramente no lo creen! Vemos en decenas y veintenas de sus enseñanzas, ¡que las iglesias tradicionales del mundo aceptan muchas doctrinas e ideas que son diametralmente opuestas a lo que la Biblia claramente dice.

Por ejemplo, la gran mayoría de quienes se consideran cristianos hablan siempre de "ir al Cielo" al morir. Indican que la recompensa eterna del cristiano verdadero es "ir al Cielo" donde, en esencia, no tendrán nada qué hacer por toda la eternidad.

¿Nada qué hacer? ¿Una eternidad de vacío e inactividad? No suena muy llamativo, ¿verdad? Debemos preguntarnos: ¿Qué Dios es ese que nos pondría a vivir eternamente sin nada qué hacer, sin la satisfacción de cumplir algo, únicamente sentados allí en el vacío para siempre?

Amigos, ¿qué dice la Biblia realmente; no una, sino muchas veces; acerca de la vida después de la muerte? Jesucristo dijo: "Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la Tierra por heredad" (Mateo 5:5). Las siguientes son palabras directas de Jesús: "Nadie subió al Cielo, sino el que descendió del Cielo; el Hijo del Hombre, que está en el Cielo" (Juan 3:13). Por otra parte, la Biblia profetiza que Cristo ha de regresar a la Tierra para gobernar sobre el su Reino, no en el Cielo sino aquí mismo: "El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el Cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 11:15).

¿Estarán los verdaderos santos de Dios como ayudantes de Cristo cuando gobierne la Tierra? ¿O andarán por allá en el Cielo sin nada qué hacer? De nuevo, la Biblia responde: "El que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre" (Apocalipsis 2:26-27).

La razón, pues, por la cual los cristianos deben ser "vencedores" es que ahora estamos "capacitándonos", ¡preparándonos para ser ayudantes de Cristo y para gobernar sobre la Tierra en el mundo de mañana! La Biblia habla de esto una y otra vez como el verdadero objetivo para el cual debemos estar preparándonos y como los deberes que cumpliremos al resucitar de la muerte en el futuro Reino de Dios, que pronto vendrá. En el inspirado "cántico de los santos", leemos cuál será la auténtica recompensa de los santos. Aquí vemos a los santos cantando acerca de su futuro premio y de Jesucristo: "Cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la Tierra" (Apocalipsis 5:9-10).

¡Así es! ¡Los verdaderos santos de Dios ayudarán a Cristo a "reinar", es decir, a gobernar en la Tierra!

En 1 Corintios 6:1-5, el apóstol Pablo inspirado nos habla de los verdaderos santos de Dios. Describe cómo, en lo que se refiere a disputas personales, no debemos permitir que el mundo externo nos juzgue sino que deben hacerlo los verdaderos líderes de la Iglesia de Dios. Dice: "¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?" (vs. 2-3). Los verdadero santos, pues, se están preparando ahora para "juzgar al mundo". Y en el futuro vamos a ser los ayudantes de Dios, porque vamos a "juzgar a los ángeles".

Ciertamente, el magnífico futuro que nos espera a los seres humanos en el propio Reino o Familia de Dios es algo que casi se escapa a la comprensión. Lo cierto es que somos hechos "a imagen" de Dios en más de un aspecto. El Creador está trabajando con nosotros, siempre y cuando estemos dispuestos a entregarnos a Él. Dios nos está formando y moldeando. Nos está impartiendo lecciones para toda la eternidad. Eso sí, tenemos que estar dispuestos a entregarnos sinceramente a nuestro Creador y buscar su propósito, su voluntad en nuestra vida. Muy pocas personas en la Tierra están dispuestas a hacerlo en este tiempo, pues Dios ha "cegado" a la mayoría, tal como lo indica claramente la Biblia. Sin embargo, muchos entre quienes leen nuestras publicaciones probablemente están siendo "llamados" ¡y por eso mismo leen la verdad de Dios con regularidad!

¿Desea usted alcanzar la verdadera comprensión del propósito de su vida? ¿Está dispuesto a ir más allá y "buscar" ese propósito? ¿Está dispuesto a ejercer fe y valentía para alcanzar el propósito por el cual nació? Cuando "grandes multitudes" siguieron a Cristo, ¡comprendió que la mayoría no estaban realmente dispuestos "dar el todo" para ser sus discípulos! Por eso les dijo: "Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo" (Lucas 14:26-27).

Cada uno de nuestros suscriptores tendrá que afrontar este tema en algún momento de la vida. Cuando los hechos proféticos que hemos predicho por decenios se acerquen a su cumplimiento final, cuando las sociedades humanas a nuestro alrededor se vayan derrumbando y el mundo que conocemos empiece lentamente a transformarse para mal, ¿qué hará usted? ¡Que Dios le conceda fe y la valentía para buscar primero el Reino de Dios y su justicia! (Mateo 6:33). Que le conceda fe y valentía para amar a Cristo más que a padre, madre, mujer e hijos, hermanos y hermanas; y más que su propia vida.

Si usted desea sinceramente ser siervo de Dios, tener vida eterna en el mundo de mañana y cumplir el propósito de su existencia; entonces le instamos a que empiece a actuar. Aprenda a estudiar de verdad los artículos en esta revista, cotejándolos con la Biblia, a fin de comprobar si lo que dicen es cierto. Procure escuchar nuestros programas de radio El Mundo de Mañana. Lo invitamos también a solicitar por correo nuestros folletos gratuitos sobre una variedad de temas vitalmente importantes, y también compruebe lo que dicen, comparándolos con su propia Biblia.

Por último, les digo sinceramente que uno de los mejore recursos que usted tiene a su disposición es el Curso bíblico por correspondencia de El Mundo de Mañana. Este curso, al igual que todas nuestras publicaciones, es absolutamente gratis y sin obligación alguna. Los invito, es más, los insto en el nombre de Jesucristo, a comunicarse con nosotros para solicitar su inscripción gratuita en el Curso bíblico por correspondencia de El Mundo de Mañana. Este curso lo guiará paso a paso por las verdades fundamentales de toda la Biblia. Basta que usted esté dispuesto a leerlo y a estudiarlo a la vez que estudia la Biblia para demostrarse a sí mismo las verdades. ¡Es algo que transformará su vida! Lo único que necesita hacer es dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para estudiar el curso y estar dispuesto a saber y comprender lo que la Biblia realmente dice. ¡Que Dios le de la fe y la valentía para entrar en acción, tal como lo acabamos de decir, y así hacer su parte en la preparación para cumplir el propósito de su existencia!

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