¿Por qué hay ateos? | El Mundo de Mañana

¿Por qué hay ateos?

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En los últimos decenios se ha desatado un ataque masivo contra el cristianismo. Millones de personas han abandonado las iglesias tradicionales y otras están en vía de salirse. Cada vez más, las personas instruidas se alejan de la religión, y tal parece que de Dios también.

¿Por qué?

¿Por qué hay incontables miles de jóvenes que se inscriben en las universidades como cristianos creyentes, pero salen unos años después convertidos en personas incrédulas, dudosas de la existencia de Dios y de la autoridad de la Biblia?

Las respuestas correctas a estos interrogantes afectarán su futuro, y la vida de nuestras naciones. ¡No temamos afrontar las preguntas más importantes de la vida, como estas!

Primero, nuestras instituciones occidentales promueven cada vez más la teoría de la evolución. Las conclusiones que se desprenden de la teoría evolutiva afectan, más de lo que suele pensarse, otros ámbitos de estudio aparte de las ciencias físicas. Los estudiantes suelen aceptar como ciertas teorías no comprobadas que se enseñan bajo la supuesta égida de la "ciencia".

Sin embargo, la mayoría de los científicos sinceros reconocen que no tienen manera de desmentir el concepto de una "Primera Causa". No hallan una manera acertada de llenar las muchas "lagunas" que genera la teoría evolutiva. Y desde un punto de vista religioso, no tienen manera de desmentir las decenas de profecías bíblicas específicas ¡que ya se han cumplido!

Los ateos de hoy, quizá sin darse cuenta, "esconden la cabeza en la arena" para hacer caso omiso de ciertas profecías del gran Dios, ¡de las cuales hay constancia en su Palabra inspirada! Muchos no son del todo honrados intelectualmente si se niegan a reconocer al gran Dios de la creación y cómo ha intervenido en el pasado ¡y cómo está interviniendo ahora mismo en los asuntos humanos! El verdadero Dios de la Biblia habló así por medio del profeta Isaías hace más de 2.500 años: "Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero" (Isaías 46:9-10).

Muchas personas por demás inteligentes son ateas o agnósticas porque se han desencantado de la religión tradicional. Es que tal religión ha inventado tantas mentiras ¡que no es extraño que las personas educadas sientan rechazo a sus necedades! Millares de predicadores anticuados han exclamado: "La Biblia dice que Dios creó el mundo hace 6.000 años. Por tanto, nosotros no somos descendientes de los monos, ¡y los científicos están totalmente equivocados!" ¿Pero acaso dice la Biblia que Dios creó el mundo hace 6.000 años? ¡De ninguna manera!

Lo que sí dice la Biblia es: "En el principio creó Dios los Cielos y la Tierra" (Génesis 1:1). Las palabras "en el principio" ¡no dan un momento específico! Quienes estamos en esta obra de Cristo siempre hemos proclamado que el mundo pudo ser creado hace miles de millones de años. Por su parte, los científicos han alterado con frecuencia sus teorías sobre cuántos miles de millones; lanzando millares de millones de años como lanzarían pelotas de tenis de aquí para allá. Porque la verdad es ¡que no saben! Lo que nos están dando se basa en sus estudios pero no dejan de ser suposiciones o aproximaciones. Sin embargo, respecto a nuestro planeta y su desarrollo, parece que su existencia se remonta a miles de millones de años en el pasado.

¿Cómo puede ser? Reiteramos que los científicos no tienen manera real de comprobar o desmentir una "Primera Causa". Pero siendo humanos, suelen dejarse influir negativamente por las necias ideas de los predicadores sin reconocer que estas son ajenas a la Biblia. Esto es porque la mayoría de los científicos no "escudriñan las Escrituras" con mentalidad abierta para ver lo que Dios realmente dice. La mayoría de los científicos, como la mayoría de los ciudadanos, son analfabetos en materia bíblica.

Incluso en países que se consideran cristianos, los ciudadanos no saben prácticamente nada sobre la Biblia. Muchos valoran la Biblia como la Palabra de Dios, pero pocos la leen. Personas que concurren semana a semana a distintas iglesias, parecen concentrarse más en "amar a Jesús" que en saber lo que Él dijo. Las encuestas más serías revelan, por ejemplo, que uno de cada tres habitantes de países "cristianos" no es capaz de nombrar los cuatro Evangelios y uno de cada 10 piensa que Juana de Arco era la esposa de Noé. Vivimos en países que son analfabetos bíblicos.

Muchos ateos y agnósticos argumentan que no pueden creer en un Dios que "permite tanto sufrimiento" en el mundo. "¿Dónde estaba Dios durante el Holocausto?". Preguntan.

Efectivamente, ¿dónde estaba Dios? Los estudiosos de la Biblia entienden que estaba en su trono en el Cielo, sin "tomar parte" en los asuntos humanos, de acuerdo con su plan de permitir que los humanos sigan sus propios caminos durante 6.000 años, para después enviar a Jesucristo a la Tierra nuevamente para un sábado milenario de paz y entendimiento (Apocalipsis 20:6).

Jesucristo se dirigía a las multitudes de su época en parábolas. Solamente reveló el significado pleno de esas parábolas a "su círculo" de discípulos. Cristo dejó que las multitudes continuaran en su ceguera (2 Corintios 4:3-4). À los discípulos les dijo: "A vosotros os es dado saber el misterio del Reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados" (Marcos 4:11-12).

Por tanto, Jesús ni siquiera entonces estaba tratando de "salvar" a todos, como tantos han creído. Elgran Dios está "permitiendo" que la humanidad siga su propio camino 6.000 años para que aprenda la lecciónque los caminos del hombre, aparte de Dios, conducen adesdicha, confusión, sufrimiento ¡y muerte! Dios no estátratando de "llamar" a todos ahora. Por eso es queJesucristo también dijo: "Ninguno puede venir a mí, siel Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré enel día postrero" (Juan 6:44).

Dios nos da a todos "libre albedrío". No nos obliga a hacer su voluntad. Si lo hiciera, los ateos se quejarían de que "Dios es injusto" porque no les permitiría, movidos por sus deseos y lujurias, usar incorrectamente la ciencia, la sexualidad y los narcóticos y ¡caer en tantos errores que llevan a odios, confusión, hogares deshechos y guerra!

Los ateos y agnósticos ¡no pueden tener las dos cosas!

¡Recuerde! Dios ha asignado seis mil años para que el hombre escriba las lecciones de la vida con sufrimiento y desesperación. Entonces enviará a Jesucristo de vuelta a la Tierra como Rey de reyes (Apocalipsis 11:15). En ese momento, Dios abrirá los ojos de todo ser humano y todos aprenderán el camino de Dios: el camino de la paz, prosperidad y felicidad basado en su gran ley espiritual, los diez mandamientos (Miqueas 4:1-4).

Pero ¿y los muertos? ¿Los que Dios nunca "llamó" y que nunca tuvieron una verdadera oportunidad de aprender sobre su plan y sobre el significado real de la vida? La mayoría de las personas han sufrido y vivido, generación tras generación, sin siquiera oír el nombre "Jesucristo" ¿Acaso fue en vano su sufrimiento? Si hay un Dios real y misericordioso, ¿acaso no les dará a esos miles de millones de seres la oportunidad de conocerlo a Él y de aprender los caminos de su Creador?

Tal como lo indicó Jesús, la verdad es que Dios no está intentando llamar a la mayoría de las personas a entender en esta era. Por eso fue que inspiró al apóstol Juan para que describiera a Satanás como "la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundoentero" (Apocalipsis 12:9). Efectivamente, Satanás está, por ahora, "al mando" de este mundo confundido. Al describir a Satanás, Jesús dijo: "Viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí" (Juan 14:30).

Es extraordinario saber que los miles de millones de individuos que nunca supieron de Dios ni conocieronel propósito de su propia vida van a resucitar en un "díade juicio" descrito en la Biblia. Nose trata de "un día decondenación", sino de un período de prueba para laspersonas que tendrán los ojos abiertos por primera vez.Por eso le dijo Jesús a la gente de su generación: "Decierto os digo que en el día del juicio, será más tolerableel castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra" quepara aquellos que entendieron su mensaje y lo rechazaron(Mateo 10:15).

Mientras tanto, y aunque estén terriblemente engañados, los ateos y agnósticos tienen razón en un punto. Se han enfrentado a un mundo de confusión, angustia y sufrimiento aparentemente sin sentido. Y al mismo tiempo, se han visto ante un cristianismo falso, que no tiene respuestas auténticas a las incógnitas de la vida. Pero usted, que lee esta revista, puede hallar la verdad si está dispuesto a hacer el esfuerzo de estudiar con una mentalidad abierta. Como dijo Jesús: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32). Para entender a fondo el asombroso propósito que tiene Dios para todo esto, lo invitamos a llamar o escribirnos para pedir su ejemplar gratuito de una de las publicaciones más interesantes, estimulantes y reveladoras que jamás leerá. Pida su ejemplar absolutamente gratuito de nuestra publicación titulada ¿Es este el único día de salvación? También puede descargarlo de nuestro sitio en la red: www.mundomanana.org.

¡Es una lectura que le abrirá los ojos de verdad!

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