Lo que debemos y lo que no debemos hacer | El Mundo de Mañana

Lo que debemos y lo que no debemos hacer

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A todos nos han dicho que "debemos hacer" ésto y que "no debemos hacer" aquello. ¿Por qué? Por lo general, se debe a que los que lo dicen conocen las consecuencias reales o potenciales por no hacer lo correcto. Pero, ¿quién determina lo que "deberíamos o no deberíamos" hacer, especialmente en lo concerniente a cuestiones morales?

Nuestros padres y madres y muchas otras figuras de autoridad en nuestra vida, sin duda, nos dijeron lo que se debe y lo que no se debe hacer. En algún momento, y por lo general muy temprano en nuestras vidas, mientras que aún éramos niños, decidimos que tomaríamos nuestras propias decisiones sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer. Tal vez tomamos esta decisión cuando el consejo de un hermano mayor resultó ser erróneo. O tal vez fue cuando pensamos que podíamos hacer algo que no se debía hacer y no ser atrapado. O tal vez fue cuando simplemente no queríamos hacer lo que se debía hacer, a pesar de las consecuencias potenciales.

¿Quién decide lo que se debe hacer o lo que no se debe hacer? Cuando se trata de cuestiones morales, especialmente, ¿quién debe tomar la determinación? Y ¿quién debe determinar las consecuencias de no seguir una advertencia o una orden?

En los anos 1700s, el filósofo David Hume escribió un libro titulado Tratado de la naturaleza humana, seguido de Investigación sobre el entendimiento humano y una investigación sobre los principios morales en el que ofrece sus pensamientos, filosofía y argumentos sobre el tema de moralidad. Él y otros filósofos morales sostienen principios y propiedades de lo que ellos creen que se "debería ser" en relación con la moral y la ética.

Pero es la determinación de lo que es correcto o incorrecto, o lo que debe y no debe hacerse, ¿simplemente una cuestión de razonamiento humano? ¿Es una cuestión de sentimentalismo, basado en un sentido o sentimiento sobre lo que constituye el bien y el mal? ¿Es una cuestión de usar el método experimental para ver cuáles serán los resultados y luego deducir "máximas" sobre lo que es correcto o incorrecto? ¿Es una cuestión de suposiciones individuales y decidir por nosotros mismos? ¿Es una cuestión de "pensamiento de grupo" o acuerdo social?

La mayoría de nosotros pensamos que podemos decidir por nosotros mismos lo que es "bueno" y lo que "no es bueno". Esa es la tendencia de la naturaleza humana. Esta comenzó en el Jardín del Edén, al igual que tantas otras cosas. Eva fue engañada para que decidiera que debía comer el fruto prohibido porque parecía bueno, y la serpiente le dijo que no habría ninguna consecuencia. Adam sabía que no debía comerlo, pero se lo comió de todos modos, tal vez engañándose a sí mismo, pensando que, puesto que las consecuencias no eran inmediatas o que posiblemente nunca llegarían. La humanidad ha seguido el camino de decidir lo que cree que es lo que se debe y lo que no se debe hacer y ha cosechado las consecuencias a lo largo de la historia (Génesis 3; 1 Timoteo 2: 13-14).

Los filósofos morales, incluyendo Hume y los que vinieron después de él, están atrapados por su propio razonamiento humano. Cuando rechazamos la existencia de una autoridad divina, nunca podemos concluir correctamente lo que realmente se debes y no se debe hacer.

Hay un Dios Creador Todopoderoso, que sabe lo que es bueno y lo que es malo. Él sabe lo que produce bendiciones y felicidad y lo que conduce a maldiciones y dolores. La palabra de Dios está llena de sus instrucciones relacionadas a las cosas que debemos hacer, lo que lleva a la vida, y las cosas que no debemos hacer, que conducen a la muerte. Una y otra vez Dios nos advierte las consecuencias de la desobediencia. Nosotros mismos, de forma individual o como grupo, no debemos decidir por nosotros mismos lo que es bueno y lo que es malo. Como dijeron los apóstoles: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29).

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