Jonathan McNair

Mis recuerdos de infancia son algo borrosos, pero sí recuerdo vagamente que mis padres daban mucha importancia al tema del éxito. Un día me quitaron del camino todos los muebles con bordes peligrosos y me animaron a cruzar, tambaleando, la habitación. Poco a poco, día tras día, me ayudaban a alcanzar el éxito en el difícil arte de caminar sobre dos pies gorditos… y al poco tiempo me convertí en un auténtico bípedo.

En algunas partes está de moda el lema: "Sin límites". "Sin límites" es una frase de la cultura popular que suena atrevida pero que tiene un problema. Aunque parezca llamativa, en realidad contradice un principio bíblico fundamental para el éxito en la vida. La comprensión clara de los "límites" es una de las lecciones esenciales para un joven.

¿Cómo se explica la popularidad de la serie récord de ventas titulada Cincuenta tonos de gris y de la película del mismo nombre?

Para la mayoría de los jóvenes de hoy, la Iglesia y la religión tienen poca importancia en la vida diaria. Comparada con la escuela, los medios sociales, el entretenimiento popular, los deportes y demás diversiones, la Iglesia no les atrae ni les interesa.

La mayoría de los jóvenes se interesan en lo nuevo: estilos nuevos, modas nuevas, música nueva, tecnología nueva. En estos campos, lo "viejo" rara vez o nunca es "magnífico". Pero, ¿y las personas? ¿Hay algún "viejo" que sea importante en tu vida? Y si no, ¿por qué no? ¿Qué provecho puede ofrecer el "viejo" al joven?