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¡Deflación!

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¡Puede despojarnos de nuestros haberes y sacudir el mundo! ¡El mundo financiero está de cabeza! ¿Se imagina usted un mundo donde los bancos nos hagan pagar interés sobre nuestros ahorros y nos paguen para sacar un préstamo? Mientras la mayoría de las personas se inquietan por la perspectiva de una "hiperinflación", una nueva tendencia, la deflación, ya se está sintiendo en Europa e incluso produce efectos en los Estados Unidos. ¿Qué significará esto para usted y su futuro?

Recientemente en España, Portugal y otros países europeos, ¡los bancos han pagado intereses a sus prestatarios en vez de pagarlo a sus depositantes! Este fenómeno se llama "interés negativo", y aunque es algo complicado, ¡usted necesita saber cómo opera!

El interés negativo ocurre de varias maneras. En Europa, ciertas naciones y empresas han emitido valores de deuda que devuelven menos de lo que se prestó, lo cual equivale a un rendimiento negativo para el inversor.

À comienzos del 2015, el Washington Post informó que "en el nuevo mundo deflacionario de Europa… en Francia, Finlandia, Bélgica, Dinamarca, Holanda y Alemania los inversores están pagando por prestarle al Estado. Es decir, que los rendimientos sobre bonos emitidos a cuatro y seis años son negativos. Suiza está recibiendo dinero por tomar prestado a diez años. Esto no había ocurrido jamás. Y no son solo los gobiernos los que reciben dinero del público por el privilegio de tomar prestado su dinero. También ocurre con las empresas, o al menos una de ellas: Nestlé. Su deuda de €500 millones que vencerá en octubre del 2016, fue el primer bono empresarial de un año o más con rendimiento negativo. ¿Por qué se le ha de pagar a Nestlé, o a cualquiera, por tomar nuestro dinero en préstamo? Pues, porque no hay suficiente inflación ni suficientes bonos. Esto se ve más claro si consideramos en qué moneda son los préstamos de Nestlé: en euros. Los precios están cayendo en un 0,6 por ciento en la Eurozona, por lo cual un euro valdrá más mañana de lo que vale hoy. Entonces tendría sentido prestar dinero sin interés o incluso con interés negativo. Es así porque los euros que recibiremos como amortización valdrán más que los euros que estamos prestando ahora. Podemos, pues, perder dinero pero al mismo tiempo ganar dinero, siempre y cuando su valor aumente. Es una locura, a Nestlé le pagan por tomar prestado".

La Biblia dice que "el que toma prestado es siervo del que presta" (Proverbios 22:7), ¡pero el interés negativo suena como lo contrario! De hecho, las tasas de interés negativas son síntoma de un problema económico mucho mayor, que los economistas y gobiernos se esfuerzan por entender y manejar. Es un problema que puede salirse de las manos y aplastar las economías nacionales cargadas de deuda soberana. La sabiduría de la Palabra de Dios no cambia, y tal como dice el proverbio, ¡el prestatario puede, efectivamente, convertirse en esclavo del prestamista!

¿Por qué pagarle a un prestatario para que tome prestado?

¿Qué motivo habría para que alguien que presta dinero le pagueal otro por aceptar el préstamo? La respuesta está en la deflación. La deflación es lo contrario de la inflación, y durante buena parte del último siglo, la mayoría de las economías mundiales han tenido únicamente inflación. Hay inflación cuando el valor del dinero disminuye y los precios de los bienes y servicios suben. En esta situación un dólar, un peso o un euro alcanza para comprar cada vez menos, porque la inflación reduce el poder de compra del dinero.

En cambio, cuando hay deflación, el valor del dinero aumenta y los precios de las cosas bajan. Nuestro dinero alcanza para comprar más y más. Esto quizá parezca bueno, pero en la práctica puede conducir a una "espiral deflacionaria" y a un declive económico grave. La gran depresión de los años treinta se caracterizó por la deflación. ¿Será posible que la posibilidad de una deflación traiga implicaciones negativas para la economía de los países, especialmente considerando las deudas enormes que se han acumulado en el último decenio? Es algo que vale la pena considerar.

En períodos de deflación, a los inversores les conviene retener el dinero o invertirlo en bonos de alta calidad. La razón es que el dinero valdrá más y más con el tiempo, o sea que la deuda tendrá que amortizarse con dólares, pesos o euros más valiosos que los que se tomaron prestados. Cuando hay inflación, los prestamistas tienden a perder porque el valor del capital o principal de la deuda disminuye. En cambio, cuando hay deflación los prestamistas tienden a ganar a expensas de los prestatarios. En una economía deflacionaria, los prestamistas pueden estar dispuestos a aceptar una tasa de interés negativa porque el dinero, al valorarse, seguirá produciendo un "rendimiento" sobre la inversión. Con frecuencia, las tasas de interés negativas son síntoma de expectativas deflacionarias.

La obra de consulta financiera Investopedia explica: "En períodos deflacionarios, las personas y los negocios guardan el dinero en vez de gastar e invertir. El resultado es un colapso en la demanda agregada, que hace bajar aún más los precios, frena o detiene la producción real y aumenta el desempleo". Se trataría de una espiral deflacionaria, y puede ser difícil para el gobierno revertirla. La deflación y la contracción económica se alimentan mutuamente, agravando la recesión e incluso la depresión.

À menudo los gobiernos procuran combatir la deflación reduciendo las tasas de interés. Generalmente se aplica una política monetaria expansionista para manejar tal estancamiento económico. Pero si las fuerzas deflacionarias son excesivas, reducir la tasa de interés del banco central a cero quizá no sea suficiente para estimular los préstamos y créditos. Una tasa de interés negativa significa que el banco central, y quizá los bancos privados, cobrarán interés negativo: en vez de recibir dinero sobre los depósitos, los depositantes deben pagar periódicamente para mantener su dinero en el banco. El objetivo es incentivar a los bancos para que presten más libremente y a los negocios e individuos para que inviertan, presten y gasten dinero en vez de pagar por guardarlo.

La eficacia económica de tal estrategia es limitada, y una tasa de interés de cero o negativa puede estimular la demanda solo hasta cierto punto. Controlar la espiral deflacionaria resulta difícil, y por eso los gobiernos temen la deflación. La mayoría preferirían tener una inflación baja, quizás alrededor del dos por ciento, ya que les parece más manejable.

En su página en la red, la Reserva Federal de los Estados Unidos explica su política en cuanto a inflación: "¿Por qué apunta la Reserva Federal a una inflación del 2 por ciento con el tiempo? El Comité Federal de Mercado Abierto juzga que una inflación a razón del 2 por ciento… es más concordante a la larga con el mandato de la Reserva Federal de mantener la estabilidad de precios y el empleo máximo. Con el tiempo, una tasa de inflación mayor reduciría la capacidad del público para tomar decisiones económicas y financieras a largo plazo. Por otro lado, una tasa de inflación menor se asociaría con una probabilidad elevada de caer en la deflación, es decir, que los precios y quizá los salarios, en promedio, caerían, fenómeno que se asocia con condiciones económicas muy débiles. Cierto grado de inflación, aunque sea bajo, reduce la probabilidad de que la economía sufra una deflación nociva si las condiciones económicas se debilitan. El Comité Federal de Mercado Abierto aplica políticas monetarias para ayudar a mantener una tasa de inflación del 2 por ciento a mediano término".

¿Qué resultados ha tenido la Reserva Federal con la aplicación de esta política inflacionaria? ¡No muy buenos! El Wall Street Journal informó: "En febrero, la medida de inflación preferida de la Reserva Federal cayó por debajo del 2 por ciento a que apunta el banco central por el trigésimo cuarto mes consecutivo. El índice de precios para gastos en consumo personal subió solamente un 0,3 por ciento comparado con el año anterior, dijo el Departamento de Comercio… La última lectura por encima del uno por ciento fue en noviembre".

¿Por qué lo importante es la tasa de interés "real", no la "nominal"?

Para entender las tasas de interés negativas, es importante saber la diferencia entre una tasa de interés "nominal" y una "real".La tasa de interés nominal es la tasa de interés porcentual específica que se contrata para el pago. En palabras sencillas, un bono del Tesoro a 30 años puede tener una tasa de interés "nominal", o contractual, que figura como el 3 por ciento. Paga esta tasa hasta su vencimiento, momento en el que se devuelve la totalidad del principal al tenedor del bono.

La tasa de interés "real" sobre el mismo bono es un poco más complicada y puede variar de la tasa nominal que figura en el bono. La tasa de interés "real", o rendimiento, se considera como el rendimiento que el inversor recibe después de ajustar la tasa nominal con la inflación. Por ejemplo, si usted tiene un bono del 3 por ciento durante un período en el cual la inflación es del 2 por ciento, su rendimiento "real" es solamente el 1 por ciento. Esto es porque el interés que el bono paga vale un 2 por ciento menos debido a la inflación.

Tasa de interés real = tasa de interés nominal menos inflación.

Así, la inflación reduce la tasa de rendimiento real. ¿Qué ocurre con el rendimiento real cuando hay deflación? El rendimiento real aumenta. La deflación es "inflación negativa".

Tasa de interés real = tasa de interés nominal más deflación.

Así, si un bono tiene un rendimiento negativo de menos 1 por ciento y la deflación es 3 por ciento, la tasa de rendimiento real es 2 por ciento positivo para el inversor. ¡Si desea, puede ganar dinero simplemente guardando el dinero! Y en períodos deflacionarios, muchos hacen precisamente eso… pero ello deprime aún más la economía.

Tasas de interés negativas en Europa

Algunos países de la Unión Europea han caído en territorio financiero inexplorado por causa de la deflación, y las tasas de interés inferiores a cero. El Wall Street Journal informó el 13 de abril del 2015 sobre la situación en ciertos países de Europa: "Las tasas de interés en picada en Europa han puesto a algunos bancos en una posición inconcebible: deben dinero en sus préstamos a los prestatarios… Por lo menos un banco español, el Bankinter S.A., que ocupa el séptimo lugar entre los prestamistas del país, ha estado pagando intereses sobre las hipotecas a ciertos clientes deduciendo ese monto del capital que el prestatario debe".

Suena absurdo, ¡pero así opera la deflación!

¡Y se hace más absurdo! En Portugal, algunos préstamos bancarios flotan en un índice, como ocurre con frecuencia en otros países. Cuando el índice cae bajo cero, la tasa se hace negativapara muchos prestatarios ¡y los bancos deben intereses a sus prestatarios!

El Wall Street Journal además informó: "Los bancos fijaron las tasas de interés en muchos préstamos como un pequeño porcentaje por encima o por debajo de cierto índice de referencia, como es el Euribor. Al bajar las tasas, a veces por debajo de cero, algunos bancos se han visto en la paradoja de pagar intereses a los que han tomado dinero prestado… Recientemente el banco central de Portugal dictaminó que los bancos tendrían que pagar intereses sobre sus préstamos actuales si el Euribor o cualquier otro margen cae bajo cero. Sin embargo, el banco central dijo que los prestamistas están en libertad de tomar ‘medidas cautelares’ en contratos futuros. Más del 90 por ciento de los 2,3 millones de hipotecas pendientes en Portugal tienen tasas variables ligadas al Euribor".

¿Se han convertido los bancos en esclavos de sus prestatarios portugueses? No. El interés negativo ayuda, pero los ingresos de los prestatarios están sufriendo deflación y ellos están amortizando un monto de crédito numéricamente fijo con euros más valiosos que los que tomaron prestados. No les resulta buen negocio. En períodos de deflación, las deudas fijas pueden sofocar al prestatario.

Tasas de interés negativas en Estados Unidos

En los Estados Unidos algunos valores del Tesoro protegidos contra la inflación (TIPS) han tenido rendimientos negativos desde el 2011. Y esto se refiere al rendimientonominal. Además, muchos valores del Tesoro han tenido rendimiento real negativo desde hace años. Esto también afecta a los consumidores. Si su cuenta en el mercado monetario está rindiendo el 0,2 por ciento cuando la inflación es del 2 por ciento, esto es un rendimiento real negativo de menos 1,8 por ciento. Aunque los Estados Unidos no están en situación de deflación, sí son comunes los rendimientos reales negativos.

¡La deflación puede llevar a la ruina!

La inflación y la deflación afectan a las personas de modos muy diferentes. En las décadas de 1970 y 1980, había mucha inflación en la economía estadounidense. Las personas que tenían bienes raíces vieron aumentar el valor de sus propiedades notoriamente, mientras que el monto de los préstamos sobre ellas se mantenía fijo. Los prestatarios ganaban y los prestamistas perdían. Cuando hay deflación, la situación se invierte. Hay que pagar el monto de la deuda con moneda que se está valorizando y esto hace crecer la deuda. En períodos de deflación, la deuda puede sofocar a los prestatarios como ocurrió en la gran depresión de los años treinta. Cuando hay preocupación por una deflación, los negocios y hogares tienden a pagar sus deudas, y así ha ocurrido en muchos países en años recientes.

À comienzos de la década de 1930, la deflación cayó por debajo del 10 por ciento, lo cual significaba que el efecto de la deuda individual, comercial y soberana se hizo intolerable para los prestatarios. La tasa de desempleo saltó al increíble nivel del 25 por ciento y en algunos países fue mucho mayor. El sufrimiento fue grande. Todo el que tenía un poquito de dinero lo guardaba, por lo cual había menos dinero en circulación. La situación parecía insoluble, pero la Segunda Guerra Mundial llevó a algunas economías nuevamente al pleno empleo, y terminada la guerra, muchas economías se recuperaron y vieron buen crecimiento en la década de 1950.

En tiempos modernos, la carga de la deuda soberana de Grecia se ha disparado, y cuando finalmente se le agotó el crédito, la economía griega sufrió una deflación mayor al 2 por ciento. ¿Podría ocurrir otro tanto en la economía de naciones más desarrolladas?

La deflación y la deuda de los Estados Unidos: ¿peligro a la vista?

Como ya mencionamos, la Reserva Federal de los Estados Unidos ha tenido como meta una tasa de inflación anual del 2 por ciento, pero no ha podido lograrla. Ha aplicado una política monetaria llamada "ajuste cuantitativo" en que inunda la economía con billones de dólares (trillones en EUA). Normalmente, esto produciría una inflación enorme, pero ante el asombro de los analistas, la inflación ha permanecido muy baja. Muchos han expresado su preocupación de que la economía estadounidense caiga en deflación. Pero debemos notar que algunos analistas siguen previendo un futuro de inflación. Nadie sabe con seguridad.

En años recientes, la deuda soberana total de los Estados Unidos se ha disparado. Ahora es más de dieciocho billones (trillones en EUA) de dólares y no se ve fin a su crecimiento. Esta suma refleja lo que se debe en obligaciones tanto extranjeras como internas, y es casi el 100 por ciento del producto interno bruto de la nación. Es como cinco veces mayor que el monto recaudado anualmente por concepto de impuestos.

El Tesoro emite deuda a diferentes plazos, sea corto, mediano o largo. Los bonos a largo plazo pueden tener vencimientos a varios decenios en el futuro. Como las tasas de interés han estado históricamente bajas, la tendencia ha sido pasar de vencimientos cortos a otros más largos. ¿Qué le ocurriría a la deuda de los Estados Unidos en un medio deflacionario? El peso de aquella deuda aumentará y se disparará la "tasa de interés real". Esto podría ser una carga aplastante para el Tesoro y para los contribuyentes.

La profecía bíblica revela la "historia futura" del mundo, y los papeles que cumplirán las principales naciones de nuestra era dentro de la narrativa bíblica del tiempo del fin. El Mundo de Mañana ha predicho desde hace muchos años el surgimiento de una gran potencia europea, la cual dominará la economía mundial en aquellos días. Sin embargo, El Mundo de Mañana no predice el rumbo específico que seguirán las diferentes economías mundiales ni el calendario de los hechos. Este artículo no pretende dar consejos sobre inversión. Sin embargo, nuestros lectores deben estar al tanto de las extrañas condiciones económicas en el mundo y cómo los afectan los fenómenos paralelos de la deflación y el interés negativo en algunos países. ¡Las crisis económicas repentinas de 1929 y del 2007 demostraron que la economía puede cambiar muy rápidamente!

La Biblia dice: "el que toma prestado es siervo del que presta" (Proverbios 22:7). Una nación que es "esclava del pecado" (Juan 8:34), ¿podrá hallarse incluso en algún estado de esclavitud física? ¿Producirá la deflación una carga aplastante a los países deudores? ¿Podrán los países amortizar los millones de millones que deben, especialmente en un estado de deflación? El tiempo lo dirá, pero de una cosa podemos estar seguros: ¡tarde o temprano, los prestamistas exigirán su paga!

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