¿Qué es el día del Señor? | El Mundo de Mañana

¿Qué es el día del Señor?

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Jesucristo anunció un venidero Día del Señor cuando Dios ejecutaría su juicio sobre el mundo. ¿Qué es ese día? ¿Está usted preparado para él? La profecía bíblica revela que antes de que regrese Jesucristo, la Tierra pasará por un período llamado el "Día del Señor", en el cual Dios juzgará a todas las naciones del planeta. Hoy, pocos comprenden éste período profético clave, un período que vendrá muy pronto.

¿Cómo sabemos que vendrá pronto? El Mesías, Jesús de Nazaret, describió las peligrosas condiciones que reinarían en el tiempo del fin: "Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores" (Mateo 24:7–8).

¿Suena como nuestro mundo de hoy? El terrorismo amenaza a las naciones occidentales. Una serie de catástrofes naturales sin precedentes: ciclones, huracanes, tsunamis, terremotos y tornados, ha cobrado cientos de miles de vidas en años recientes. Las bombas atómicas que cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945 dieron inicio a una nueva era de destrucción masiva. Ahora es posible borrar toda la vida del planeta con armas atómicas. ¿Acabará la humanidad por destruirse a sí misma, o bien nos salvará Dios del exterminio…o al menos a algunos de nosotros?

¿Qué es el Día del Señor? El apóstol Juan escribió: "Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta" (Apocalipsis 1:10). La expresión que Juan empleó, el día del Señor, no se refería al día domingo. Si así fuera, lo habría llamado "el primer día" de la semana, como hizo en el Evangelio de Juan. Es más: no se refería a ningún día de la semana. Juan estaba describiendo el período de tiempo que en el resto del libro se llama el profético Día del Señor, es decir, a la secuencia de hechos en el tiempo del fin ¡que culminará con el regreso de Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores!

Quienes estudian con seriedad la profecía bíblica comprenden que nos encontramos ahora en el tiempo del fin mencionado por la Biblia. La historia de la humanidad demuestra que las naciones se valdrán de cuanta arma de guerra tengan para ganar territorio y conquistar a otras naciones. Desde 1947, el "reloj del fin del mundo" del Boletín de científicos atómicos ha ofrecido una representación simbólica del peligro nuclear y el estado de la seguridad internacional. El 17 de enero de 2007, citando "la amenaza de una segunda era nuclear y las consecuencias previstas del cambio climático", el Boletín adelantó las manecillas del reloj del fin del mundo a cinco minutos para la medianoche. En los próximos años ¿las veremos avanzar hasta la medianoche? La profecía bíblica revela la respuesta.

Los siete sellos

En Apocalipsis 5, leemos de un rollo sellado con siete sellos. Jesús, quien brinda la revelación, abre los sellos del libro. Leemos la descripción de esos sellos en Apocalipsis 6. Los cuatro primeros sellos se conocen como los cuatro jinetes del Apocalipsis. El primer caballo, el blanco, y su jinete representan religiones falsas, Cristos falsos. El propio Jesús señala la secuencia de estos sucesos del tiempo del fin en Mateo 24, en unas palabras conocidas como la profecía del monte de los Olivos porque fue allí donde Jesús la pronunció.

El segundo sello revela un jinete montado en un caballo rojo, con poder para quitar la paz de la Tierra. El tercer sello presenta un jinete sobre un caballo negro, símbolo de la escasez de alimentos y el hambre consiguiente. El cuarto sello muestra un jinete sobre un caballo amarillo, con poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar a grandes grupos de la población de la Tierra.

Los cínicos dicen que siempre ha habido guerras, hambres y pestilencia. Pero con el paso del tiempo, veremos a los cuatro jinetes del Apocalipsis intensificar su cabalgata con consecuencias mundiales cada vez mayores. Estos cuatro jinetes corresponden a los primeros cuatro sellos. ¿Qué ocurre al abrirse el quinto sello? "Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían" Apocalipsis 6:9).

Este quinto sello describe el martirio de los santos, es decir los verdaderos cristianos. En el primer siglo, el emperador Nerón persiguió con violencia a los cristianos y los hizo matar. Este quinto sello también predice una gran persecución de los santos en el tiempo del fin. Luego, Jesús abre el sexto sello y revela las señales celestiales que sacudirán a los habitantes de toda la Tierra: "Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar" (Apocalipsis 6:12–14).

Asteroides y meteoritos aterrarán a los pobladores de la Tierra, además de terremotos formidables. Según la visión del apóstol Juan, "todo monte y toda isla se removió de su lugar". Estos terremotos, además de los sucesos dramáticos en los cielos dan comienzo al Día del Señor. ¡Dios nos obligará a prestar atención! Quienes rechacen al Creador y su camino de vida serán juzgados. Obviamente, sería mejor para todos que nos arrepintiéramos y nos humilláramos delante de Dios ahora y no tener que sufrir tan terrible sacudida más tarde.

Estas señales celestiales dan comienzo al Día del Señor, el tiempo de la ira y el juicio de Dios sobre un mundo ingrato y rebelde. Algunos se sorprenderán al saber que Jesucristo, el Cordero de Dios, estará enojado. Él va a ejecutar los juicios justos de Dios. ¡El Día del Señor se llama "el gran día de su ira!" (Apocalipsis 6:17). El séptimo sello del Apocalipsis, que sigue después de las señales celestiales consiste en siete grandes acontecimientos proféticos presentados por sendas trompetas. Leamos: "Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas" (Apocalipsis 8:1–2).

Estos sucesos también se conocen como las plagas de las siete trompetas. Constituyen el Día del Señor que culmina con la segunda venida de Cristo. El apóstol Juan escribe sobre las primeras cuatro trompetas en Apocalipsis 8:7–13. Estas describen una catástrofe ecológica. La tercera parte de los árboles se queman, lo mismo que toda la hierba verde. La tercera parte de las criaturas del mar mueren, la tercera parte de los barcos en el mar se destruyen. La tercera parte de los ríos y manantiales se envenenan. Y se oscurece la tercera parte del Sol, la Luna y las estrellas.

¡El mundo entero vivirá el gran día de la ira de Dios! ¿Por qué? Porque las naciones han seguido religiones falsas y muchas naciones seguirán a dictadores impíos dispuestos a luchar contra Cristo cuando Él regrese.

Juicio, luego paz

¿Qué es, exactamente, el Día del Señor? Es el tiempo de los juicios de Dios sobre las naciones. Sí, todas las naciones de la Tierra vendrán a juicio. Pero al final, el juicio de Dios sobre las naciones traerá la paz mundial. ¿Cuál es la solución a las guerras mundiales, la violencia y los conflictos? La solución a los problemas del mundo es el regreso de Jesucristo para reinar sobre todas las naciones y para enseñarles el camino de la paz. Jesucristo, el Rey de reyes, "juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos " (Miqueas 4:3). Cristo juzgará a las naciones durante el Día del Señor y más allá.

El Día del Señor es el séptimo sello del Apocalipsis. Recordemos que durante el Día del Señor, suenan siete trompetas y anuncian el juicio de Dios sobre las naciones. Cuando hayan sonado cuatro de las siete trompetas, quedarán todavía tres plagas. Al respecto, el apóstol Juan escribe lo que ve y oye en visión: "Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!’" (Apocalipsis 8:13).

Las plagas de las últimas tres trompetas se llaman ayes. La palabra "ay" aquí es una exclamación de lamento. El primer ay, es decir la plaga de la quinta trompeta, se describe en Apocalipsis 9. El quinto ángel toca una trompeta que da comienzo a una acción militar que durará cinco meses. ¿Qué potencia respalda esa acción militar? "Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión" (Apocalipsis 9:11).

Sí, el destructor, Satanás el diablo, le confiere poder a esta fuerza militar. El segundo ay, es decir la plaga de la sexta trompeta, se representa con símbolos de caballos y jinetes. Vemos aquí un intenso contraataque militar. "El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto. El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oroque estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates" (Apocalipsis 9:12–14). Un ejército de 200 millones marcha hacia el oeste atravesando el río Éufrates ¡y destruye a la tercera parte de la población mundial! "Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca " (Apocalipsis 9:15–18). Esta fase de la tercera guerra mundial ¡cobrará miles de millones de vidas! Jesús dijo en Mateo 24:22 que si aquellos días no se acortaran, nadie sería salvo ¡sino que se acabaría toda la vida en la Tierra!

Los siete sellos del Apocalipsis
Primer sello Segundo sello Tercer sello Cuarto sello Quinto sello Sexto sello / Séptimo sello
Caballo blanco: Engaño Caballo bermejo: Guerra Caballo negro: Hambruna Caballo amarillo: Pestilencia Martirio y Gran Tribulación Señales celestiales Silencio en el Cielo Plagas de las siete trompetas
Apocalipsis 6:1-2 Apocalipsis 6:3-4 Apocalipsis 6:5-6 Apocalipsis 6:7-8 Apocalipsis 6:9-11 Apocalipsis 6:12-17 Apocalipsis 8:1-6 Apocalipsis 8:2-6
Siete trompetas: El Día del Señor
Primera trompeta Segunda trompeta Tercera trompeta Cuarta trompeta Quinta trompeta Sexta trompeta Séptima trompeta
Hierba verde y un tercio de los árboles se queman. Un tercio del mar se vuelve sangre: un tercio de los barcos y la vida marina destruidos. Un tercio de las aguas se vuelven amargas. Un tercio del sol, la luna y las estrellas se oscurecen. "Langostas" ejercen poderío militar. Ejército de 200 millones; tercera parte de la humanidad muere. Se proclama el Reino. Segunda venida.
Apocalipsis 8:7 Apocalipsis 8:8-9 Apocalipsis 8:10-11 Apocalipsis 8:12 Apocalipsis 9:1-12 Apocalipsis 9:13-21 Apocalipsis 11:15-19
Los últimas siete plagas
Primera plaga Segunda plaga Tercera plaga Cuarta plaga Quinta plaga Sexta plaga Séptima plaga
Llagas a los que aceptaron la marca de la Bestia El mar se vuelve sangre; mueren todas las criaturas marinas Los ríos de vuelven sangre La humanidad, quemada por el sol, blasfema contra Dios Sede del gobierno de la bestia destruida. Se seca el río Éufrates; ejércitos del mundo se reúnen para Armagedón La Tierra entera es sacudida.
Apocalipsis 16:2 Apocalipsis 16:3 Apocalipsis 16:4-7 Apocalipsis 16:8-9 Apocalipsis 16:10-11 Apocalipsis 16:12-16 Apocalipsis 16:17-21

La trompeta final

Hasta ahora, hemos tratado brevemente seis de los siete sucesos correspondientes a las trompetas que conforman el Día del Señor. El toque de la séptima y final trompeta proclama la buena noticia que los verdaderos cristianos anhelan oír: "El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 11:15). Esta séptima trompeta anuncia el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra y el regreso de Jesucristo. Cuando suena, los santos fieles que esperan en el sepulcro resucitarán como seres espirituales (1 Corintios 15:52). Entonces reinarán con Cristo en la Tierra durante mil años para producir paz duradera entre las naciones. Apocalipsis 20 anuncia aquel extraordinario futuro llamado el Milenio. Usted y yo debemos estar preparándonos para esa época y debemos estudiar y comprender la profecía bíblica.

La séptima trompeta anuncia la buena noticia de que Cristo viene a apoderarse de los gobiernos del mundo. Pero las séptima trompeta ¡también es el tercero es los ayes! ¿Por qué? ¡Porque a la vez señalará las últimas siete plagas! La sexta de esas plagas incluye la preparación para lo que se conoce como Armagedón. En el norte de Israel, en la llanura de Jezreel cerca de Megido, ¡se reunirá una formidable potencia militar! Son ejércitos que van a luchar contra el Comandante de los Ejércitos del Cielo, Jesucristo. El apóstol Juan escribe: "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro, y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES" (Apocalipsis 19:11–16).

Cuando Cristo regrese a la Tierra, vencerá a todos sus enemigos. Conquistará a las naciones y sus poderosos ejércitos que luchen contre Él a su venida. El Día del Señor traerá el juicio de Dios sobre las naciones. Como hemos visto, en un sentido el Día del Señor es el año anterior al regreso de Jesucristo. En otro sentido, prosigue durante el Milenio y hasta le eternidad.

El apóstol Pedro lo describe así: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" (2 Pedro 3:10–13).

El apóstol Pedro nos exhorta a permanecer en un estado de preparación espiritual. Debemos estar atentos al Día del Señor, un grave período de juicio sobre las naciones. Más allá, se perfila el mundo de mañana, un tiempo maravilloso de belleza, prosperidad, restauración bajo el gobierno de Cristo. ¡Que Dios traiga pronto ese día!

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