Los efectos inmorales de mezclar los sexos durante el combate

Según Marine Corps Times: “los infantes de Marines masculinos y femeninos comparten las tiendas de acampar en el campo” a medida que la integración de las mujeres en los papeles de combate cobra impulso (25 de enero de 2017). Un oficial indicó: “No estamos cambiando ninguna de nuestras posturas tácticas ni rompiendo la cohesión de la unidad ni ajustando nada para acomodar a los géneros mixtos mientras operamos en un entorno de campo que reproduce las condiciones tácticas” (ibídem). Sin embargo, durante la fase de pruebas de la integración femenina “hubo siete informes de agresión sexual entre el grupo de trabajo de unos 600 miembros del personal y sujetos de investigación, que está a la par con otras unidades recientemente integradas, pero ligeramente superior a las tasas históricas en otras poblaciones militares, indicó el Cuerpo” (The San Diego Tribune, 15 de octubre de 2015). El sentido común dice que cuando los hombres y las mujeres son presionados en estrecho contacto durante largos períodos de tiempo, es probable que estos problemas ocurran. La Biblia es clara de que la inmoralidad sexual, en cualquier forma, es incorrecta (Hechos 15:20, 29, 1 Corintios 5:1, 9, 6:13, 18, Gálatas 5:19). Cuando la humanidad difumina la línea entre el bien y el mal, ocurren problemas y cosechamos lo que sembramos (Gálatas 6:7-8). Estados Unidos y otras naciones israelitas, como el Reino Unido, Canadá, Australia, Israel, Escandinavia y muchos más, han descartado su brújula moral. La anarquía y el desorden, el odio y la desunión, la multiplicación de los enemigos y la desintegración de la familia todos son resultados de ignorar estas leyes divinas. Dios profetizó a las naciones de Israel que tendrían bendiciones si obedecían y maldiciones si desobedecían (ver Levítico 26, Deuteronomio 28). Estamos viendo todo esto cobrar vida hoy. Para más información, lean nuestro artículo “Degeneración y regeneración”.