En una reciente encuesta realizada a más de 4.000 británicos, la Iglesia de Inglaterra y otras dos organizaciones religiosas vinieron a entender mejor el declive de la fe de la nación. "Las cifras encontraron que mientras el 57% clasifica como cristianos, menos del 10% lee la Biblia y ora con regularidad, o va a la iglesia al menos una vez al mes" (BBC, 31 de octubre del 2015).