Proteja la identidad de genero de su hijo | El Mundo de Mañana

Proteja la identidad de genero de su hijo

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Nuestra sociedad occidental se encuentra confundida sobre algo muy básico: el género masculino y femenino. Se ha puesto de moda creer que los niños no nacen realmente hombre o mujer, sino que ellos deben “elegir” si desean ser hombre o mujer. Parece que el mundo se ha vuelto loco y ha desechado miles de años de conocimiento básico sobre hombres, mujeres y sus roles en la sociedad. Muchos padres se están tragando este anzuelo y la plomada del engaño malvado criando a sus hijos de una manera neutral en cuanto al género. Nuestros niños están bajo ataque y debemos contraatacar.

Los padres están en una posición idónea para prevenir estos ataques a nuestros hijos, y las mujeres juegan un papel especialmente crucial por ser las principales personas que dan el cuidado a sus hijos. Aquí hay cinco puntos a considerar en la lucha por la identidad de género de su hijo.

  1. Ponga atención a la ropa de su hijo: No tenemos que ir muy lejos para ver la confusión en la forma de vestir de la gente. El aspecto “descuidado” o de “chico o chica mala” ya está de moda. Es posible que haya notado que esa ropa tiende a ser neutral en cuanto al género. La industria de la moda está difuminando deliberadamente los estilos masculino y femenino; y esto es una abominación para Dios (Deuteronomio 22:5). No debemos permitir que nuestros hijos sigan este tipo de tendencias. Elija colores y estilos atractivos y congruentes con los valores tradicionales.
  2. Ponga atención al peinado de su hijo: he visto niños muy pequeños con cortes muy raros de cabello y pelo con colores poco naturales. Nuevamente, estos estilos extremos tienden a ser usados ​​tanto por niños como por niñas, lo que difumina aún más los géneros. Dios da algunas instrucciones específicas sobre peinados. Las mujeres deben tener el cabello lo suficientemente largo para ser consideradas femeninas y deben usar un estilo que no llame la atención (1 Corintios 11:15 y 1 Timoteo 2:9). Los hombres deben tener cortes de pelo cortos que reflejen una actitud piadosa de modestia y humildad (1 Corintios 11:14). A medida que los niños crecen, es posible que quieran elegir sus propios estilos, pero en última instancia, es responsabilidad de los padres asegurarse de que sus peinados sean apropiados.
  3. Observe bien los juguetes de su hijo: los fabricantes de juguetes están cambiando las normas en los juegos infantiles al presentar juguetes y colores no tradicionales para niños y niñas. Los personajes de dibujos animados e incluso los libros para niños muestran una confusión de género. El tiempo de juego es importante. Las madres deben ser diligentes al decidir cómo sus hijos invierten su tiempo. Anime a sus hijos a jugar juegos que emulen el tipo de vida que usted desea que vivan.
  4. Predique con su ejemplo: Dios nos ha instruido a enseñar a nuestros hijos Su estilo de vida en cada oportunidad que tengamos (Deuteronomio 6:6–7). Las madres deben elogiar los roles tradicionales de hombres y mujeres en la familia y mostrarlos como desafiantes y gratificantes. Si expresamos sentirnos atrapadas siendo esposas y madres, ¿qué hija querría seguir ese camino? Si no expresamos admiración por nuestros esposos y sus sacrificios, ¿cómo sabrán nuestros hijos que algún día su papel será apreciado? La sociedad está ocupada presentando un mensaje muy diferente sobre la familia, los roles y las responsabilidades; debemos contrarrestar ese mensaje con verdades piadosas.
  5. De buen ejemplo: Dios quiere que demos el ejemplo correcto (Mateo 5:14–16). En su hogar, si las mujeres son menospreciadas, si los hombres son menospreciados o si los roles son confusos, sus hijos pueden tener dificultades con la identificación de su género. Lo mejor que podemos hacer es demostrar a nuestros hijos por medio de nuestro ejemplo que el camino de Dios sí funciona.

Hay un ataque total contra la identificación de género tradicional, y nuestros niños están siendo atacados. No se trata solo de ropa, peinados o juguetes; se trata de una forma de vida. Debido a nuestro papel como madres tenemos la ventaja de estar en la primera línea de esta batalla. Saldremos victoriosas si nos escudamos en nuestro Señor Jesucristo (1 Juan 5:4).