Prácticas de libertinaje pasadas por alto | El Mundo de Mañana

Prácticas de libertinaje pasadas por alto

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Aunque periodistas, expertos y los podcasts examinan las condiciones en la escena mundial, analizan las amenazas a la libertad personal, la economía, la defensa nacional, la salud pública y otras áreas importantes que afectan la calidad de vida de su audiencia y, reflexionan sobre las condiciones subyacentes, a veces, el sesgo político distorsiona las afirmaciones y conclusiones de estos comentaristas.

Ciertamente, la filosofía política, las políticas erróneas y la deshonestidad son algunas de las causas del caos social. Existen principios basados ​​en verdades eternas que determinan el comportamiento correcto e incorrecto, pero generalmente se pasan por alto. La Santa Biblia contiene normas de conducta que, cuando se obedecen, traen grandes bendiciones. Si no se siguen estos estándares, los resultados son maldiciones. Lamentablemente, estos principios eternos se enseñan y practican cada vez menos. Además, por ejemplo, en el sistema legal estadounidense, basado en el derecho común inglés y fundamentado en ciertos principios bíblicos interpretados por los fundadores de la nación, se ha erosionado en las últimas décadas. Las decisiones judiciales y la legislación han decretado que una larga lista de conductas de libertinaje son clasificadas como “derechos civiles”.

Los problemas resultantes de este alejamiento de las normas morales establecidas son terribles. El debilitamiento de la estructura familiar bíblica (un hombre como líder, la esposa a su lado y sus hijos siguiendo su ejemplo) conlleva demasiadas consecuencias negativas en la sociedad actual para cubrirlas aquí. La mala educación ha socavado las habilidades básicas al enseñar “justicia social” y “teoría crítica”, en lugar de los conocimientos básicos necesarios para sobresalir en la vida. La podredumbre cultural ha llevado a delitos cada vez más violentos, prácticas sexuales depredadoras y trata de personas, confusión de género, drogadicción, negocios fraudulentos y tensiones raciales. Incluso cuando los ciudadanos claman por soluciones, los gobiernos parecen incapaces o no dispuestos a realizar cambios significativos para remediar estos problemas.

Estos problemas han plagado la historia de la humanidad. El rey Salomón escribió una vez que “nada hay nuevo debajo del sol” y dio este principio: “Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal” (Eclesiastés 1:9; 8:11)

El Dios de la Biblia enumeró los beneficios de la obediencia a sus normas de conducta y las terribles consecuencias si sus caminos son despreciados o ignorados. Levítico 26 y Deuteronomio 28 dejan claro que, si una persona o nación desea paz y prosperidad, la obediencia a Dios no es opcional. Para el propósito de este breve comentario, nos centraremos específicamente en lo que dice la Biblia sobre la promiscuidad y la perversión sexual.

El Séptimo Mandamiento, que se encuentra en Éxodo 20:14 y Deuteronomio 5:18, dice: "No cometerás adulterio". Esto deja claro que la actividad sexual fuera del matrimonio es pecado. Para instruir aún más sobre cómo aplicar esta ley moral fundamental, Dios dio sus estatutos y juicios. Por ejemplo, Levítico 18:6–18 da instrucciones detalladas que prohíben las relaciones sexuales incestuosas, mientras que los versículos 20–23 prohíben el adulterio, la homosexualidad y el bestialismo. Dios declara: “…no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros” (v. 26).

Muchos otros pasajes de las Escrituras prohíben claramente las prácticas sexuales de libertinaje. Pero esto no es simplemente una instrucción del Antiguo Testamento. El apóstol Pablo describió en detalle la causa y las consecuencias de tal comportamiento en Romanos 1:18–32. Desde esta perspectiva, Pablo escribió a la iglesia de Corinto, enumerando aquellos actos pecaminosos de los que hay que arrepentirse y corregirse si uno quiere entrar en el Reino de Dios. “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9-10).

Continuó explicando que estos actos pecaminosos podrían ser perdonados mediante un arrepentimiento sincero y la aceptación del sacrificio de Cristo para la remisión de los pecados. El apóstol Pedro lo expresó de esta manera: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:38-39).

Si se quieren resolver estos abrumadores problemas sociales, la conducta lasciva debe ser reemplazada por los valores piadosos que se describen en la Biblia. El profeta Miqueas preguntó: “qué pide El Eterno de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” (Miqueas 6:8). Si bien es posible que usted no pueda cambiar la sociedad, si puede obedecer y vivir su vida de una manera que le traiga bendiciones y tranquilidad.

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