Richard F. Ames | Page 35 | El Mundo de Mañana

Richard F. Ames

¿Tenemos que obedecer a Dios para ser salvos?



Muchos sostienen que para ser salvo no hay que hacer nada. Basta "venir tal como eres y aceptar a Jesús". Algunos dirían que lo único que hay que hacer es "creer" y que cualquier cosa adicional a eso es salvación por las obras. ¿Es esto lo que la Biblia realmente enseña?

¿Existe de verdad un diablo?



El mundo de lo oculto ¿está afectando a nuestros jóvenes y a nuestra sociedad entera? ¿Es real el diablo? Si lo es, ¿cómo engaña a la gente? La cultura juvenil se adentra cada vez más en el ocultismo. La brujería es la moda. Millones de jóvenes esperan ansiosos cada nuevo libro de Harry Potter y sintonizan programas de televisión como "Buffy, cazadora de vampiros". Más de una canción popular glorifica al diablo y hay jóvenes estudiantes que han llegado a asesinar en su nombre.

Siete engaños satánicos



Nuestro mundo está repleto de estafadores, mentirosos y ladrones que buscan engañarnos. Pero la Biblia nos advierte acerca del embaucador más grande de todos: Satanás, el diablo. ¿Conoce usted sus tácticas? ¿Está preparado para evitar sus enredos, o podría caer víctima de sus engaños?

¿Quiénes están ardiendo en el infierno?



¿Tiene usted en este momento amigos y seres queridos que están sufriendo en un tormento de fuego? Millones de personas en todo el mundo piensan que algunos de sus seres queridos, y muchos de sus enemigos, se encuentran ahora mismo ¡ardiendo en las llamas del infierno! Otros, que se consideran muy "modernos", condenan semejante idea como pura superstición. ¿Cuál es la verdad? Y si hay un fuego infernal, ¿hay algún atormentado allí en este momento?

El mundo después de la Tercera Guerra Mundial



La humanidad sigue inventando y produciendo armas de destrucción masiva. Las armas de la Primera Guerra Mundial mataron a diez millones de personas. Las armas de la Segunda Guerra Mundial mataron a 55 millones. ¿Podremos sobrevivir a la Tercera Guerra Mundial, o volveremos a una Edad de Piedra? La respuesta de la profecía bíblica ¡nos llena de esperanzas!

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