666 – La misteriosa marca de la bestia | El Mundo de Mañana

666 – La misteriosa marca de la bestia

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El libro del Apocalipsis describe una misteriosa "marca" que identificará a los seguidores de un Jesucristo falso. ¿Aceptará usted esa marca? ¿Qué es? ¿Quién la recibirá? ¿Y cómo evitarla?¡Esto no tiene que ser un misterio!

¿Qué es la "marca de la bestia" profetizada en la Biblia? ¿Es acaso una biochip que se le implantará a la gente debajo de la piel? ¿O quizás un "tatuaje de datos" tan delgado como una hoja de papel que se les pondrá en la frente? ¿Será el número de nuestra tarjeta de identidad o de la tarjeta de seguridad social? ¿Será un aparato de rastreo o un implante para controlar los pensamientos? Abundan las teorías sobre lo que será esta marca siniestra.

El siguiente versículo produce escalofríos a muchos: La bestia "hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese unamarca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre" (Apocalipsis 13:16-17).

Las Escrituras advierten que esta bestia, cuyos seguidores llevan una misteriosa "marca" de identificación, hará grandes "prodigios" para engañar a la humanidad, conjuntamente con un poderoso sistema político y militar. Este formidable sistema se identificará con el misterioso número "666" (Apocalipsis 13:18). Todo el que acepte la marca de la bestia ¡estará desafiando a Dios! El apóstol Juan escribe que todo el que lleve la señal "beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira" (Apocalipsis 14:9-10). ¡Es una advertencia para tomarla en serio!

¿Qué es esta marca, o señal? ¿Cómo le afectará a usted y a su familia? Al encaminarnos hacia los días difíciles del final de esta era, ¡son preguntas de importancia vital!

Una iglesia falsa con raíces antiguas

En las Sagradas Escrituras se describe un sistema religioso llamado "un misterio: Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la Tierra" (Apocalipsis 17:5). Este sistema hunde sus raíces en la antigua religión de los misterios babilónicos. Representada como una mujer caída, una iglesia apóstata, que se opone directamente a Dios. Las Escrituras muestran al sistema ejerciendo gran influencia política con los líderes mundiales, dando y recibiendo favores (vs. 1-2).

Juan identifica a la Babilonia misteriosa como una iglesia sumamente rica y pudiente, "adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación" (Apocalipsis 17:4). Jesucristo advierte seriamente a su pueblo que abandone esta iglesia y la evite: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas" (Apocalipsis 18:4).

¿Por qué se le ha de atribuir a una iglesia actual un nombre antiguo y extraño como "misterio, Babilonia la Grande"? Es porque dicha iglesia tiene enseñanzas que se desprenden de los antiguos misterios babilónicos, precursores de muchas de las prácticas paganas en el mundo. ¿Cuál fue uno de los componentes claves de estas antiguas religiones paganas? El culto al Sol.

Historia del culto al Sol

En tiempos de los antiguos israelitas, el culto al Sol estaba ampliamente difundido por los países colindantes con Palestina. Dios previno a los hebreos expresamente contra esta forma de idolatría, sabiendo que ejercería una fuerte tentación sobre ellos: "No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el Soly la Luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas" (Deuteronomio 4:19). Dios es un Espíritu invisible (Juan 4:24). Él hizo el Sol para que diera luz y calor físicos a la Tierra y sus habitantes, ¡no para que lo adoraran! El hombre debe adorar a Dios, no a su obra creada (Romanos 1:25).

Aun con las advertencias tan claras, los israelitas cayeron en la apostasía y el culto al Sol. El profeta Ezequiel vio esta escena escalofriante en una visión divina y sobrenatural: "Me llevó al atrio de adentro de la casa del Eterno; y he aquí junto a la entrada del templo del Eterno, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo del Eterno y sus rostros hacia el Oriente, y adoraban al Sol, postrándose hacia el Oriente" (Ezequiel 8:15-16). Los 24 sacerdotes de Dios, más el sumo sacerdote, estaban postrados hacia el Sol naciente en el Oriente. ¿Era esto algo baladí para Dios? De ninguna manera. En el versículo siguiente dijo que esta abominación, y otras, ¡lo provocaron a ira! ¿Cuál es la lección para nosotros? ¿Acaso Dios se sentiría complacido viéndonos continuar esas prácticas abominables? ¡Por supuesto que no!

En todas las generaciones el pueblo de Dios ha tenido que esforzarse por no transigir con la verdad de Dios. Así es hoy, tal como lo fue en tiempos de Ezequiel. Entonces, cada uno de nosotros debe preguntarse: ¿Concuerdan mis creencias con lo que Dios enseña? El apóstol Pablo instruyó así a los cristianos: "Examinadlo todo; retened lo bueno (1 Tesalonicenses 5:21). Si nos decimos seguidores de Cristo, ¡debemos obedecer lo que Él manda! No podemos seguir las tradiciones y fantasías de los hombres. Pregúntese usted de dónde recibió sus creencias.

El culto al Sol en la era cristiana

Muchas tradiciones religiosas modernas se remontan a la antigua Babilonia. El dios babilónico del Sol se llamaba Shamash. En tiempos romanos se conocía por su nombre persa, Mitra. El culto a Mitra adquirió su mayor relevancia en el Imperio Romano en tiempos de Cristo. El autor Samuel Dill observó: "De todas las religiones orientales que atrajeron la devoción del Occidente en los últimos tres siglos del Imperio, la de Mitra era la más poderosa". Los especialistas han observado que la historia del dios Mitra parece semejante a la historia de Jesús. Consideremos algunos ejemplos: Mitra había de ser un "rey y pastor" como Cristo. Había de dar vida y sanidad a los enfermos e incluso levantar a los muertos. Soltaría los lazos de los cautivos, pondría fin a la maldad y destruiría a sus enemigos.

Entre el mitraísmo y el cristianismo hay muchas semejanzas aparentes. Pero en su base, el primero era un culto al Sol, ¡y Dios lo llama abominación! ¿Cómo es posible? La respuesta es que hay un gran embaucador, Satanás el diablo, que "opera en los hijos de desobediencia" (Efesios 2:2) y "engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). Su golpe maestro ha sido crear un cristianismo falsificado que tiene, al parecer, muchas semejanzas con la religión verdadera de Dios, pero que está marcado por el paganismo.

¿Descabellado? Pregúntese cuál es la mejor manera que tiene un estafador de embaucar a sus víctimas incautas: ¿Haciendo un producto que se ve drásticamente diferente del real, o creando algo que en muchos aspectos se parece a lo real? Esto último es lo que ha hecho Satanás al intentar borrar la línea de demarcación entre el culto pagano y el verdadero cristianismo.

Mitra era un "dios de luz" y sus seguidores lo adoraban mostrando reverencia por la fuente de luz, el Sol. Jesucristo se llamó "la luz del mundo" (Juan 8:12) y dijo: "El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Jesucristo fue "aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre" (Juan 1:9). Sin embargo, ¡no enseñó a sus discípulos a adorarlo a Él rindiendo culto al Sol!

Hay quienes intentan justificar la mezcla de culto al Sol y la religión verdadera diciendo que Jesús fue el "Sol de justicia" profetizado y que "en sus alas traerá salvación" (Malaquías 4:2). Sin embargo, los verdaderos adoradores de Dios reconocen que la "luz" de Cristo es la verdad espiritual y que la "oscuridad" que Él mencionó es el error y el engaño espirituales.

Pregúntese usted si su religión lleva la "señal" de la obediencia al mandato divino de adorar al Creador y no a su obra creada. Ô bien, ¿sigue aferrada a las antiguas tradiciones que Dios tildó de "abominables" hace milenios?

¿Culto "cristiano" al Sol?

Muchos que se declaran cristianos, dan por sentado que su tradición de adorar en el día domingo proviene de la Biblia; pero la realidad es que la Biblia ordena guardar el sábado, o séptimo día de la semana, ¡no el primero! El profeta Daniel previó una potencia religiosa hereje, diciendo: "A los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley" (Daniel 7:25). Sorprende saber que eso fue precisamente lo que ocurrió en los primeros años de la Iglesia del Nuevo Testamento, cuando los líderes trasladaron el día de culto del sábado al domingo.

Los especialistas en la materia, incluso los muy respetados que guardan el domingo, reconocen que el Nuevo Testamento no respalda ningún "descanso dominical". "No logramos hallar ni el menor indicio de una ley o un edicto apostólico que instituya la observancia del ‘día del Señor; ni hay en las Escrituras ninguna instrucción de que se reemplazase con esto el sábado judío" (Diccionario bíblico Unger’s, "domingo"). ¡No hay autoridad bíblica ni apostólica alguna que ordenara a la Iglesia del Nuevo Testamento cambiar su día de culto del sábado al domingo!

Si las Sagradas Escrituras no mandan guardar el día domingo, ¿por qué lo hacen en la actualidad cientos de millones de personas consideradas cristianas? ¿Será que un gran embaucador introdujo el culto del "venerable día del Sol" en las tradiciones de la gente sin que esta lo sospechara?

Los autores George Barna y Frank Viola en su libro:El cristianismo pagano, señalan con mucho acierto que el cristianismo popular está repleto de elementos antibíblicos. Explican que el domingo se impuso como día de culto a manera de un "término medio" entre el mitraísmo y el cristianismo, por obra del emperador pagano Constantino. Informan que "fue Constantino, en el año 321 dc, quien decretó que el domingo sería un día de descanso y un día feriado legal. Parece que su intención fue rendir tributo al dios Mitra, el Sol Invicto… Otra demostración de la afinidad de Constantino por el culto al Sol es que las excavaciones en San Pedro en Roma revelaron la existencia de un mosaico de Cristo como el Sol Invicto". Entonces, si usted guarda el domingo, ¿por autoridad de quién lo guarda? ¿De un emperador romano politiquero?

H.G. Wells, en El esquema de la historia, señaló que "del [culto mitraico] parece que los cristianos tomaron el día del Sol como su principal día de culto, en vez del sábado judío". El Diccionario bíblico Unger’s informa: "El domingo es el primer día de la semana, adoptado por los primeros cristianos, del calendario romano (latín Dies Solis, día del Sol), porque estaba dedicado al culto del Sol" ("Sunday", "Domingo").

Algunos piensan que cuando Juan habla del "día del Señor" en Apocalipsis 1:10, se está refiriendo al domingo. No es así, sino que el apóstol se está refiriendo a las visiones que vio sobre el futuro "día del Señor", que es el año profético que precede al regreso de Cristo. Recordemos que Jesucristo guardaba el sábado y que dijo claramente que Él era el "Señor del día de reposo" (Marcos 2:28). ¡Y no hay duda de que la expresión "día de reposo" en la Biblia siempre significa sábado!

En las Sagradas Escrituras vemos que el apóstol Pablo reunió a los discípulos para que llevaran una ofrenda el primer día de la semana (1 Corintios 16:2). Sin embargo, no hay ningún indicio de que se tratara de un día de culto. Si usted escudriña las Escrituras, no encontrará un solo caso de una reunión religiosa para guardar el domingo. Hay quienes justifican su observancia de ese día señalando el pasaje cuando Pablo habló con los discípulos "el primer día de la semana" en Hechos 20:7-12. Pero la lectura atenta revela que no se trataba de servicios religiosos sino de una reunión de Pablo con los discípulos antes de salir de viaje.

El libro de los Hechos nos da una de las más claras referencias al hecho de que los cristianos guardaban el sábado o séptimo día en tiempos apostólicos. Pablo predicó ante los creyentes judíos el séptimo día de la semana, o sábado (Hechos 13:14). Pero muchos lo rechazaron, así que él pasó a los gentiles, quienes le rogaban que les enseñara también "el siguiente día de reposo", ¡cosa a la cual accedió! (vs. 42-44). Esta es una indicación clara de que aun entre los gentiles el apóstol Pablo no desatendía el sábado, sino que por el contrario, el día sábado era el día de adoración y enseñaba, ¡apoyando así su observancia!

Otras marcas de mitraísmo

El culto en domingo no es lo único que el cristianismo tradicional tomó prestado al mitraísmo. También absorbió otras tradiciones. ¿Se ha preguntado usted de dónde salió la fecha del 25 de diciembre como celebración de la navidad? ¿Hay alguna prueba de cuál fue la fecha en que nació Jesucristo? ¡Ninguna! Jesucristo no nació en diciembre porque los pastores no mantenían sus rebaños al aire libre en pleno invierno. El 25 de diciembre era un día muy importante para los paganos: era el natalicio de Mitra. "El 25 de diciembre… se celebraba como el natalis invicti Solis, el natalicio del Sol invencible".

¡Reflexione! Si usted y su familia guardan la navidad, ¿a qué dios están adorando? ¡Ciertamente no es a Jesucristo! ¿Qué tiene que ver Dios con una festividad que se celebra en honor del nacimiento de un dios Sol pagano?

El llamado domingo de resurrección o Pascua florida, con sus servicios en la madrugada, es otra fecha que se destaca en el calendario tradicional. Sin duda, muchas personas sinceras que se declaran cristianas pretenden honrar a Jesucristo guardando esa fiesta. ¿Pero acaso Jesucristo resucitó al amanecer? Las Sagradas Escrituras muestran que las mujeres llegaron al sepulcro en la madrugada del domingo cuando aún estaba oscuro, ¡y Él ya había resucitado! (Juan 20:1).

¿De dónde, pues, vino la costumbre de orar mirando hacia el Oriente? Consideremos lo que dice al respecto el historiador F.A. Regan: "Un buen ejemplo de la influencia pagana [en el cristianismo tradicional] surge al investigar la costumbre cristiana de volverse hacia el Oriente, la tierra del Sol naciente, mientras elevan sus plegarias". Es claro que las señales del antiguo culto al Sol se encuentran en abundancia en las tradiciones que se desarrollaron dentro del cristianismo tradicional.

¿Qué marca recibirá usted?

Algunos dicen que no importa cuándo adoremos a Dios con tal de que lo hagamos. ¿Pero es eso lo que dice Dios? Es claro que Él mandó a su pueblo que no adoptara los métodos de culto de los pueblos que lo rodeaban: "No aprendáis el camino de las naciones" (Jeremías 10:2). Sino que permanecieran fieles y dedicados a cumplir las enseñanzas de Dios.

El cristianismo tradicional tiene la marca del antiguo culto al Sol. En cambio, Dios da señales que identifican a sus verdaderos seguidores. Dice que una de las "señales" de los suyos será la observancia del sábado o séptimo día de los israelitas. Por medio del profeta Ezequiel dijo Dios: "Les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy el Eterno que los santifico" (Ezequiel 20:12). En los próximos días de venganza e ira, ¿qué puede ser más importante que ser "santificado" [apartado] por Dios para recibir su protección especial? ¡Esa promesa está allí para el pueblo de Dios!

La marca de la bestia de Apocalipsis 13 en realidad no es misterio. Tiene que ver con la mano y la frente: la práctica y la creencia (Apocalipsis 13:16).

En cambio, una marca del verdadero cristianismo es el sábado o séptimo día de la semana, que vemos en el cuarto mandamiento y en el cual se rinde culto a Dios mientras se reposa del trabajo (Éxodo 20:8-11; Levítico 23:3). En los días que se aproximan, habrá sin duda leyes que prohibirán guardar el sábado: una prueba severa para los cristianos que santifican este día. ¿Recibirán la "marca" de desobediencia y del culto al Sol, incurriendo así en la ira divina? ¿O bien se resistirán a las tradiciones de los hombres permaneciendo fieles a Dios y obedeciendo a su Salvador Jesucristo en todo, incluida la observancia del séptimo día, a fin de agradar a Dios y recibir la vida eterna?

¿Y usted? ¿Tendrá usted la dedicación necesaria para obedecer a Dios y sus mandatos? ¿Tendrá el valor de sostenerse en la verdad, pese a lo que piensen sus amigos o vecinos? ¿Será un verdadero seguidor de Cristo, dispuesto a renunciar a todo, si es necesario? (Lucas 18:22). À veces, "todo" significa renunciar a las ideas preconcebidas de lo que es Dios y cómo adorarlo.

Busque en las Sagradas Escrituras. Vea por sí mismo. Rechace la "marca" de desobediencia a Dios. Acepte su "marca" de obediencia, incluida la observancia del sábado y tome la decisión de obedecerlo, pase lo que pase. Acérquese a Dios y Él se acercará a usted (Santiago 4:8). Si usted sirve a Dios con valor y obediencia, y con todo el corazón, puede estar seguro de que al regreso de Cristo ¡usted tendrá la marca correcta!

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