¿Fue Jesús "amable"? | El Mundo de Mañana

¿Fue Jesús "amable"?

Díganos lo que piensa de este artículo

¿Le sorprende la pregunta? ¿A qué vienesemejante pregunta? ¡La respuesta es que miles de millones de personas tienen ideas totalmente distorsionadas acerca de quién fue el verdadero Jesús, cómo vivió su vida en la Tierra y qué fue lo que enseñó! Una respuesta incorrecta a todas estas preguntas afectará nuestra vida eterna.

¡Piénselo!

La arrolladora mayoría de los católicos y protestantes tienen un concepto antibíblico sobre cómo fue Jesús de Nazaret, tanto en su aspecto físico como en sus obras; y cómo actuaría realmente en muchísimas situaciones. Esto afectará toda su actitud hacia el cristianismo y hacia su relación con el propio Dios.

La clave está en si estamos o no dispuestos a creer lo que la Biblia realmente dice. Porque el verdadero Jesús no tendría una amplia aceptación en el cristianismo actual ni entre la gente "de bien". Él nunca enseñó que "todas las religiones son iguales" ni que "iremos al Cielo" al morir como premio si "nos portamos amablemente" con los demás. El verdadero Jesucristo de la Biblia proclamó: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por " (Juan 14:6).

Si usted es una persona sincera, tendrá que reconocer que este Jesucristo de la Biblia sería rechazado si viniera hoy en la carne. ¿Cómo reaccionarían nuestros ministros y demás líderes ante esta afirmación hecha por Jesús a la mujer cananea que pidió sanidad para su hija? Jesús dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos" (Mateo 15:26).

¿Se imagina usted cómo caerían estas palabras tan "políticamente incorrectas" en una reunión de la "Alianza de Ministros"?

Comprendamos, Jesús amaba profundamente a todos. Pero el mensaje que trajo no afirmaba que "todo el mundo será salvo aquí y ahora". Dios tiene un plan según el cual la mayoría de las personas tendrán su oportunidad de salvación en un juicio ante el gran trono blanco. En la era actual, Dios está llamando a todo tipo de personas como sus "primeros frutos", pero esas personas son muy pocas. La mayoría de los seres que oyen el mensaje de Cristo, tanto entonces como ahora, lo oyen solamente como "testimonio".

Por esa razón, en su conversación con la mujer samaritana, Jesús declaró con firmeza: "Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos" (Juan 4:22). ¿Cómo se atrevió a decir algo que genera tanto "prejuicio"? ¡Pero lo dijo! Es que Dios sí dio su revelación inicial, en primer lugar, al pueblo israelita, el primero que recibió "la Palabra de Dios"; como lo reconoce el apóstol Pablo en Romanos 3:1-2. Más aún, el apóstol, fiel siervo de Dios, les dijo a los cristianos gentiles en Éfeso: "Acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo" (Efesios 2:11-12). ¿"Sin esperanza y sin Dios en el mundo"? Eso fue exactamente lo que les dijo Dios a estos gentiles que no conocían ni comprendían al verdadero Dios de Israel.

Pablo le dijo al joven evangelista Timoteo: "Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir [convencer], para corregir, para instruir en justicia" (2 Timoteo 3:15-16).

Cuando Timoteo era niño, las únicas "Escrituras" que se conocían eran las del Antiguo Testamento. ¡La mayoría de los libros del Nuevo Testamento no existían! Pablo dice que estas escrituras del Antiguo Testamento "te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo". El apóstol no venía ningún conflicto entre las escrituras del Antiguo Testamento por una parte, y la fe y práctica cristianas por otra; sino que, por el contrario, confirmó que todas las Escrituras (entre ellas el Antiguo Testamento) son útiles para enseñar y para instruir en justicia. ¡Estas no son palabras de alguien que enseñara que las leyes divinas del Antiguo Testamento fueron abolidas!

El apóstol Pablo también les dijo lo siguiente a los cristianos: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1 Corintios 11:1). Por su parte, el apóstol Juan observó: "El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo" (1 Juan 2:6).

Estos dos, al igual que los demás apóstoles, sabían que Jesucristo vino a dar el ejemplo perfecto y que los cristianos deben seguir su ejemplo, fortalecidos por el Espíritu Santo. Esto era de conocimiento general en tiempos del apóstol Pablo, cuando el cristianismo se iba extendiendo por todo el Imperio Romano.

Jesucristo era un judío circuncidado (Lucas 2:21-22; Hebreos 7:14). Tenía la "costumbre" de guardar el sábado, junto con los demás judíos (Lucas 4:16). Lejos de eliminar el sábado de Dios, Jesús dijo que ese día se hizo para el "hombre"; no solamente para los judíos, y que Él mismo era "Señor" del sábado. Por tanto, ¡el sábado es el verdadero "día del Señor" para descansar y congregarse!

Si pudiéramos de alguna manera "observar" el cristianismo durante el primer siglo de nuestra era, ¿qué veríamos? Veríamos a un grupo dedicado de personas que creían en Jesucristo como el Mesías. Veríamos una comunidad de creyentes para quienes el Dios de Israel, el Dios creador, era real. Estas personas no se limitaban a hablar de la persona de Jesucristo, sino que hacían lo qué Él mandó.

¿Ahora sí empieza usted a entender que el verdadero Cristo de la Biblia era totalmente distinto del Jesús debilucho que ahora presentan en las iglesias y en la escuela dominical? No suena muy "amable" Jesús cuando les dice a los líderes religiosos de su época: "¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad" (Mateo 23:33-34).

La verdad es que Jesucristo proclamó con fuerza al único Dios verdadero. Y con la misma fuerza, proclamó el único camino que Dios propuso para el hombre. No respaldó ni consideró a las demás religiones paganas del mundo, pasadas, presentes ni futuras; como "iguales" en nada. Dijo con toda claridad: "De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas" (Juan 10:7-8).

Por tanto, si usted está dispuesto a acatar el mandato de Dios: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios" (Lucas 4:4); entonces deberá reconocer que todo el que pretenda "salvarse" o ganar la vida eterna siguiendo a cualquier otro diferente del Cristo verdadero está simplemente errado. Dios se está valiendo hoy de Jesucristo, y de nadie más, como el verdadero revelador de Dios. Ese Jesucristo verdadero de la Biblia regresará pronto a la Tierra como Rey de reyes y Señor de señores. Entonces gobernará a las naciones en la Tierra,¡no en el Cielo! Es importante que comprendamos, además, que "Él las regirá con vara de hierro" (Apocalipsis 19:15).

¿Por qué habría deusar Jesús una"vara de hierro"? Porque tal como se indica en la Biblia, Dios ha permitido que Satanás engañe a todas las naciones. En Apocalipsis, el apóstol Juan escribe sobre una "guerra espiritual" final cuando el diablo será lanzado a la Tierra por última vez: "Fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la Tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12:9). Como los habitantes de la Tierra estarán tan engañados, cientos de millones de ellos van a pelear contra Cristo cuando Él regrese como Rey de reyes (Apocalipsis 17:14).

¡El verdadero Jesús de la Biblia "tendrá" que aplicar fuerza arrolladora para convencer a la gente de que Él es el Hijo de Dios! Será preciso "sacudir" a la gente para que finalmente esté dispuesta a obedecer al verdadero Diosde la Biblia y a hacer lo que Él dice.

De otra manera seguirían filosofando, discutiendo y estableciendo sus propias normas de lo que consideran "amable" o "políticamente correcto". Por su propio bien, amigos, les ruego que aprendan a estudiar y creer las palabras de la Biblia; y empiecen a buscar al verdadero Dios de la Biblia, el verdadero Dios de la creación. Dios es real. Usted y yo tenemos que tomarlo "realmente en serio" a medida que se aproxima el final de esta era.

MÁS ARTÍCULOS DE ESTA EDICIÓN

Mostrar todos