El gran engañador | El Mundo de Mañana

El gran engañador

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Jesucristo se estaba refiriendo a los terribles acontecimientos que estremecerán la Tierra antes de su segunda venida y concluyó diciendo: "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Lucas 21:36). Sin embargo, como la mayoría de ustedes se da cuenta, pocas personas leen este pasaje de la Biblia y mucho menos entenderlo.

De hecho, muy poca gente realmente estudia la Biblia. Muchos leen pasajes "inspiradores" como el Salmo 23, pero extremadamente pocos realmente escudriñan en la Biblia e intentan sistemáticamente analizarla y entenderla. El Dios de la creación no es "real" para ellos. Si es que tienen alguna religión, posiblemente esté basada en rituales, y cantos estériles, o en estimular las emociones humanas. Pero muy pocas veces quienes se consideran cristianos realmente estudian, se alimentan y meditan en la Biblia; ¡y luego se someten a creer y hacer conforme a lo que esta dice!

Por esto, cuando los verdaderamente colosales acontecimientos profetizados en la Biblia empiecen a ocurrir en estos próximos años, la mayoría de la gente realmente va a quedar desconcertada. ¿Por qué razón? Porque están totalmente desconectados de la máxima realidad: El verdadero Dios de Abraham, el Dios de la creación, el Dios de la Biblia.

Después de referirse a una invasión en el tiempo del fin de la gran ciudad de Jerusalén, Jesucristo dijo: "Entonces habrá señales en el Sol, en la Luna y en las estrellas, y en la Tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la Tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria" (Lucas 21:25-27). ¿Realmente la gente verá estas cosas? ¡Sí! ¡Y todas estas cosas ocurrirán durante la vida de muchos de ustedes!

¿Por qué razón entonces, tan poca gente está consciente de lo que está por ocurrir? Sencillamente porque han sido engañados. La Biblia describe a Satanás como "la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). Por inspiración divina el apóstol Pablo se refiere a Satanás como el "príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia" (Efesios 2:2).

Este experto engañador tiene un método para distraer o confundir a la mayoría de la gente, ocupando su tiempo, convirtiéndolos en "cristianos superficiales" si es que son, de hecho, cristianos del todo: Durante miles de horas pone delante de ellos vacíos programas de televisión que sutilmente, y a veces no tan sutilmente, promueven violencia, sexualidad ilícita, perversión, hedonismo e irrespeto a los padres, maestros y en general a toda autoridad.

Y hay más. Como el "príncipe" de la atmósfera del mundo, controla, de extremo a extremo, los medios de difusión que la mayoría de la gente ve y escucha. Satanás literalmente bombardea la mente de incontables millones de seres humanos mediante películas y programas de televisión acerca de alienígenas y de luchas intergalácticas para controlar el Universo. Aunque parezcan inocentes para mucha gente, estas películas y programas de televisión como medios de "escape", con frecuencia pervierten el significado o menosprecian algunas de las cosas que el gran Dios de la creación dice que van a suceder.

Muy inteligente.

Como este poderoso ser espiritual, Satanás el diablo, básicamente sabe lo que Dios dice que va a suceder, es capaz de utilizar los medios modernos para proyectar en la mente de las masas una versión falsa de los acontecimientos futuros. Después de presenciar durante incontables horas violencia, guerra, intriga e "invasiones de alienígenas"; ¿cuán emocionados, humildes y motivados por las profecías de Dios van a estar nuestros millones de jóvenes?

En realidad, al presentarse ante las masas esos famosos superhéroes con grandes poderes y fuerza indescriptible, van a tener captadas las emociones de nuestros jóvenes para cuando se les diga que el mayor poder en el Universo es el Espíritu Santo de Dios.

Recordemos las palabras del apóstol Pablo: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7). Mas para demasiados, leer acerca del "poder" de Dios en blanco y negro no resulta tan "real" como escuchar acerca de los "poderes" ficticios en alguna gran pantalla de cine, con brillantes colores y fuerte sonido digital alrededor.

No estoy tratando de decir que algunas de estas producciones no tengan un legítimo valor de entretenimiento para quienes conocen la verdad de Dios. Pero aun así, debemos ser extremadamente cuidadosos acerca de la cantidad de tiempo que dediquemos a estas diversiones y sobre cuáles ideas dejamos que penetren en nuestra mente.

Apreciados lectores, todos estamos envueltos en una guerra espiritual, ¡nos demos cuenta o no! El "príncipe" de la atmósfera de esta Tierra busca el control de nuestra mente y de la mente de nuestros jóvenes. Utilizará toda estratagema concebible, todo método, para ganar la batalla a nuestra mente. Una de sus principales herramientas es aprovechar el síndrome del "escapismo", tan corriente en nuestra sociedad moderna.

Como la mayoría de la gente no "conoce" realmente a Dios, y carece del entendimiento de su propósito para nuestra vida, se entretienen durante incontables horas de escapismo, viendo películas y televisión, leyendo historias de ficción o perdiendo el tiempo en juegos de video. Satanás puede y de hecho siembra en sus mentes toda clase de falsos conceptos sobre lo correcto y lo erróneo; incluyendo falsos conceptos sobre la naturaleza de Dios y sus designios. Desfigurando o menospreciando algunos de los acontecimientos proféticos de la Biblia, Satanás es capaz de pervertir el entendimiento de millones de seres humanos. En referencia a todo este sistema satánico, Dios nos dice: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas" (Apocalipsis 18:4). Y el apóstol Pablo por inspiración escribió: "Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de las fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios 10:4-5).

La batalla por nuestra mente continúa, día y noche. ¿Resistirá usted a Satanás? ¿Saldrá usted de esta sociedad humana en un verdadero escape del pecado guiado por Cristo, impidiéndole al diablo confundir su mente exponiéndola a incontables horas de películas y televisión? ¿Buscará usted a Dios estudiando realmente la Biblia y permitiendo que las ideas de Dios y sus conceptos sobre lo bueno y lo malo dominen sus pensamientos?

¡La decisión es suya!

¡Que Dios le ayude a comprobar que su Palabra, la Santa Biblia, es directamente inspirada! ¡Que Dios le ayude a controlar su tiempo y lo que ve y escucha, para escapar realmente de los falsos conceptos e imágenes que el escapismo de esta sociedad promueve fuertemente bajo la influencia de Satanás! ¡Y que Dios le ayude a estudiar su Palabra como nunca antes, para que sus planes y sus caminos puedan convertirse en la máxima realidad de su vida!

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