Una desastrosa temporada de descontento | El Mundo de Mañana

Una desastrosa temporada de descontento

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¿Hueles el olor humo? ¿Escuchas los disparos? ¿Son esos los padres que lloran en aflicción al inspeccionar una escena sangrienta? ¿Es ese el sonido de cristales rotos? ¿Escuchas las sirenas de los socorristas y de la fuerza policiaca? Deben ser los gritos de los manifestantes los que escucha mientras percibe el olor a gas lacrimógeno. Los sonidos de las ranas, los grillos y las criaturas nocturnas se han ahogado por los elementos de una increíble ola de crímenes en muchas ciudades de Estados Unidos. ¿O es quizás en París o Barcelona o en alguna otra zona urbana del mundo donde los disturbios civiles violentos se han convertido en algo común?

Algunas personas, cansadas de la pandemia, se enfurecen fácilmente por delitos reales o imaginarios, y se unen a otros para protestar y desahogar sus frustraciones. A lo que se agrega una gran dosis de pautas inciertas y cambiantes y protocolos de salud pública de los niveles más altos del gobierno y un torrente de información errónea en las redes sociales sobre la pandemia de la Cóvid-19. Como puede ver hay combustible más que suficiente para que el alboroto acalorado dure por un tiempo.

En esta atmósfera de división política e ideológica, la violencia y el caos a menudo estallan, incitados por organizadores anarquistas deseosos de invitar a una protesta para lograr su objetivo de derribar la estructura de poder civil. Sucede con alarmante regularidad, en un patrón muy similar, una y otra vez, noche tras noche, ciudad tras ciudad.

Después de reducir drásticamente la presencia de la policía en muchas ciudades, las personas se encuentran huyendo mientras las pandillas disparan a los que tienen reuniones familiares y negocios. Los disparos casuales de extraños en la calle o en el transporte público son algo común. Esta no es una escena postapocalíptica sacada de un libro de algún superhéroe o la escena de una película. Esta es la realidad en Estados Unidos hoy.

Los canales de noticias informan los detalles sangrientos mientras los políticos locales, estatales y nacionales se excusan señalan con el dedo a otros, y suenan irresponsables e impotentes. Mientras tanto, las personas a las que se supone que representan y protegen tienen miedo y sufren. Todos los días, especialmente los fines de semana, el ciclo se repite hasta la saciedad.

Se escucha el grito "¿Por qué?". Y hay respuestas:

  • Generaciones fruto de estructuras familiares destruidas.
  • El declive de las amas de casa, y de la crianza de los hijos en el hogar.
  • La mala calidad de la educación en las escuelas públicas en todos los niveles (incluida la falta de una visión equilibrada de la historia, el descuido de las habilidades útiles en lectura, matemáticas y ciencias, y el abandono de la instrucción moral básica).
  • La ideología de izquierda y la filosofía marxista han penetrado en las aulas.
  • Confusión de género, fluidez sexual e "interseccionalidad", que alega la victimización de varios grupos e instan a un cambio revolucionario en la sociedad.

El resultado catastrófico de todo esto es confusión y caos en la educación, el gobierno e incluso en el ejército.

¿Cuándo y cómo terminará todo esto? Millones de ciudadanos están más preocupados ahora que en cualquier otro momento de sus vidas, pensando: "¿Qué será de nuestro amado país?" Hay soluciones que son sencillas, pero no fáciles. Se encuentran en un libro que la mayoría de las familias tienen en sus hogares o en sus teléfonos, que no es muy leído ni muy popular en estos tiempos. Este libro es la Biblia. Contiene reglas de conducta que, si se siguen de manera constante, siempre traen paz y prosperidad. Para comprender su mensaje, hay que ponerlo en práctica con seriedad. El Salmo 111:10 dice: "Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos". Hay declaraciones claras dadas por Dios a la humanidad sobre lo que es un comportamiento aceptable y uno no aceptable. No es complicado. El salmista fue inspirado a escribir “todos tus mandamientos son justicia” (Salmo 119:172). Puede leer sobre esas normas de conducta en detalle en Éxodo 20 y Deuteronomio 5.

Sin embargo, Jesús le dio una versión condensada a un joven abogado que se le acercó y le preguntó cuál mandamiento era necesario guardar para obtener la vida eterna. Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y ​​con toda tu mente. Este es el mejor y principal mandamiento. Y el segundo es semejante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mateo 22:37–40)

Las consecuencias de ignorar estas normas de conducta misericordiosa se detallan en Levítico 26: 14–44 y Deuteronomio 28:15–67. Usted puede ver que estas “maldiciones” descritas en esas escrituras se desarrollan a nuestro alrededor.

En este momento, no es realista pensar que la humanidad abrazará estos principios fundamentales. Sin embargo, usted puede ponerlos en práctica y recibir los beneficios de hacerlo ahora y en la vida venidera. Uno de esos beneficios que puede reclamar, es “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, [y que] guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos”, incluso en tiempos difíciles (Filipenses 4:7).

Las guías de estudio y otros materiales que se encuentran en elmundodemañana.org son de gran utilidad para poner en práctica estas antiguas verdades. Puede ordenarlos a su domicilio o descargarlos en línea. Recuerde que todos nuestros materiales de estudio son gratuitos.