Wyatt Ciesielka | Page 2 | El Mundo de Mañana

Wyatt Ciesielka

Joaquín: El Eterno fortalecerá



Nadie alcanzará la perfección en esta vida, pero Dios es un Dios de gran misericordia y de grandes propósitos.

El origen y el futuro del sufrimiento



Guerra, terrorismo, secuestros, asesinatos, drogas, enfermedades epidémicas e incluso pandemias. Las crecientes atrocidades en todo el mundo hacen que cada vez más personas se pregunten ¿por qué tanto sufrimiento? ¿Por qué un Dios amoroso permitiría el secuestro, la violación, la tortura, el asesinato y la guerra? ¿Por qué permitiría la muerte y los daños causados ​​por terremotos, tsunamis y otros desastres meteorológicos? ¿Por qué los estragos de la enfermedad? ¿Cómo puede Él permitir que millones mueran de hambre?

Riquezas inimaginables



En 1957, J. Paul Getty se había convertido en el estadounidense más rico y vivía con lujos casi inimaginables. Pero, incluso la riqueza fenomenal de Getty es insignificante en comparación con lo que Dios nos ha prometido. Getty solía decir: "Los mansos heredarán la Tierra, pero no sus derechos minerales". ¡Solo tenía razón a medias!

Nació en Minneapolis, Minnesota en 1892, y en el 1916 Getty ya había ganado su primer millón de dólares en los campos petroleros de Oklahoma. ¡Pero, solo era su comienzo!

Internet y la pornografía



La Escritura advierte sobre los pecados de lascivia, fornicación y adulterio, los cuales Dios llama las “obras de la carne” y que no son apropiadas para Sus santos (Gálatas 5: 19-21). Si no hay un arrepentimiento sincero, estos pecados sexuales puede conducirnos a la muerte (Romanos 6:23). La Internet está llena de publicaciones que incitan a las “obras de la carne”, en las que participan muchos adultos e incluso adolescentes. ¿Cuáles son estas publicaciones o actividades? ¿Cómo puede protegerse usted mismo, a sus hijos y a todos sus seres queridos?

Esperemos las próximas plagas profetizadas



¿Por qué permitió Dios la pandemia de la COVID-19? La profecía dice que se avecinan pestes; ¿será esta una de ellas? ¿Y por qué permite Dios que padezcamos guerras, hambre y enfermedades; al punto de enviarlas deliberadamente en ciertos casos? ¿Tiene algún sentido todo esto?

Las anteriores preguntas tienen sus respuestas, pero si hemos de comprenderlas, primero debemos captar dos verdades esenciales.

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