Richard F. Ames | El Mundo de Mañana

Richard F. Ames

Cinco profecías para Medio Oriente

Israel está en el centro de las profecías de los tiempos del fin. Y lo que ahora acontece en Europa está sentando las bases para el cumplimiento de esas profecías. Amigo, ¡Usted debe conocer el futuro del Medio Oriente... y del mundo! ¡Acompáñenos! #elmundodemanana #MMprogramas #profecía

¿Por qué está usted vivo?

¿Puede usted conocer el verdadero propósito de su vida? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Por qué nació usted? ¿Cuál es su destino final? Usted debe saber la respuesta a la pregunta: “¿Por qué está usted vivo?”

¿ Qué propósito tiene nuestra vida?



Durante miles de años los filósofos se han preguntado:

¿Cuál es el propósito de la vida?

La respuesta se encuentra en las páginas de la Biblia.

Hace poco más de un año, el 15 de noviembre del 2022, las Naciones Unidas anunciaron un hito histórico: La población del mundo había llegado a ocho mil millones. ¿Qué futuro les espera a estos ocho mil millones de personas? ¿Cuántas tienen la actitud que el apóstol Pablo expresó con ironía en 1 Corintios 15:32?: “Comamos y bebamos, porque mañana moriremos”.

Siete engaños satánicos



Nuestro mundo está repleto de estafadores, mentirosos y ladrones que buscan engañarnos. Pero la Biblia advierte acerca del peor de todos los embaucadores: Satanás, el diablo. ¿Conocemos sus tácticas? ¿Estaremos preparados para evitar sus artimañas, o podríamos ser víctimas de sus engaños?

El planeta Tierra ¡NUESTRA HERENCIA!



Jesucristo dijo que los mansos recibirán la Tierra por heredad.

¿Qué significa esto para quienes piensan ir al Cielo?

Tocar el arpa, y andar flotando entre nubes celestiales en un estado de feliz descanso permanente… así se imaginan millones que pasarán la eternidad cuando fallezcan. Suena muy pacífico; pero, ¿acaso es bíblico? Jesucristo prometió un futuro muy diferente para los cristianos. En el sermón que predicó en el monte de los Olivos proclamó: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la Tierra por heredad” (Mateo 5:5).

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