Un espíritu perverso en Egipto | El Mundo de Mañana

Un espíritu perverso en Egipto

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La Primavera árabe trajo grandes esperanzas a su paso por el Oriente Medio, pero algo ha cambiado. En los últimos meses la anarquía egipcia ha incluido linchamientos públicos (BBC, 18 de marzo), violencia de pandillas y violaciones en público culpando totalmente a las mujeres (Atlanta Journal Constitution, 30 de marzo; France-Presse, 29 de marzo); sucesos poco frecuentes en el régimen de Mubárak.

En una entrevista a un exdirigente de la OLP que renunció al terrorismo, habló de una celebración en una boda egipcia donde "un grupo de hombres frenéticos despedazaron con sus manos un pollo vivo, para luego comerse la carne cruda" (WorldNetDaily, 22 de abril). Walid Shoebet (el entrevistado) cree que esa conducta en la boda "demuestra el espíritu ‘demoníaco’ que se ha apoderado de la nación desde la revolución islámica en el 2011" (ibídem). Muchos empiezan a añorar un gobierno fuerte que haga cumplir la ley como Hosni Mubárak y volver al tiempo cuando "nadie se atrevía a hacer tales cosas" (ibídem). Los informes acerca de la anarquía egipcia recuerdan una profecía bíblica: "El Eterno mezcló espíritu de vértigo en medio de él; e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como tambalea el ebrio en su vómito" (Is. 19:14). Tan reveladores como pueden ser estos acontecimientos, sabemos que, con el regreso de Cristo, Egipto tendrá un futuro brillante. "En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque el Dios de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad" (Is. 19:24-25).