Pornografía en internet y adolescentes: ¡Mezcla destructiva! | El Mundo de Mañana

Pornografía en internet y adolescentes: ¡Mezcla destructiva!

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Un titular dice: "Las mentes jóvenes están siendo influidas por la sexualidad violenta que acceden fácilmente en línea. Los padres han ignorado mucho tiempo el peligro y deben actuar de inmediato" (The Sunday Times, 24 de febrero). ¡

¡Las investigaciones concluyen que la edad promedio a la primera exposición a imágenes pornográficas es de 6 años! De hecho, "los mayores consumidores de pornografía en internet son jóvenes entre 12 y 17 años" (ibídem). La investigación revela que "la exposición a la pornografía merma la oposición al matrimonio gay", especialmente entre hombres heterosexuales (Washington Examiner, 4 de febrero). "La razón: La pornografía abre sus mentes para aceptar actos sexuales no tradicionales… En consecuencia, los resultados del estudio… podrían interpretarse como sugerir que los partidarios del matrimonio gay deberían alentar a los hombres a ver más pornografía" (ibídem). La pornografía hace que los usuarios favorezcan "todo tipo de comportamiento sexual no tradicional" (ibídem), entre estos el adulterio y las relaciones prematrimoniales. Los dispositivos electrónicos móviles y la proliferación de computadoras han dado a los niños acceso a la suciedad y perversión que antes solo estaban disponibles para adultos. Esto literalmente pervierte la mente de los jóvenes y degrada su moral. Dios advierte: "Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos" (Ez. 20:7), y "aparta tu pie del mal" (Pr. 4:27). ¿Por qué los niños de 6 años de edad se exponen a la pornografía? Porque muchos padres son ingenuos y se preocupan de sus propios problemas e ignoran a qué se exponen sus hijos en internet. La sociedad de Satanás pervierte lo bueno y promueve la maldad (2 Co. 4:4; Is. 5:20), y los hijos están inmersos en ella. Dios da la tarea a los padres de criar "hijos de Dios" en su nombre (Mal. 2:15) y en su camino (Dt. 6:5-7). Para ello, los padres deben proteger a sus hijos del acceso a las perversiones en la red.