Inglaterra y las islas Malvinas

Después de la visita del presidente Obama a Inglaterra, y su acertado comentario de que "Gran Bretaña es el principal aliado de los Estados Unidos".

Eesta semana "Washington se sumó a una declaración preliminar sobre la situación de las islas Malvinas aprobada por unanimidad en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) reunida en San Salvador. Al hacerlo, Estados Unidos no solo se pone del lado de Buenos Aires, sino también de una serie de regímenes antiestadounidenses, entre estos el de Hugo Chávez de Venezuela, y el de Daniel Ortega de Nicaragua".

El apoyo de los EUA a esta resolución no es nuevo. En el 2010, la secretaria de Estado de los EUA, Hillary Clinton, ofreció una conferencia de prensa conjunta con su colega argentino, para comenzar las negociaciones sobre las Islas. Todo esto sucede, mientras los EUA están conscientes de que su "principal aliado" no considera que la negociación sea un tema de discusión (The Telegraph, 8 de junio).

Lo que ni Londres ni Washington entienden, es que las profecías bíblicas predicen el destino de las islas Malvinas y el de las otras puertas del mar previamente controladas por los EUA o Gran Bretaña. Dios prometió a Abraham: "Tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos" (Gn. 22:17).

En un tiempo, los EUA y Gran Bretaña "poseían" prácticamente todas las puertas principales del mar en el mundo. Sin embargo, Dios advirtió a los israelitas: "Si no oyeres la voz del Eterno tu Dios… tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades" (Dt. 28:15, 55) y "La gloria de Efraín volará cual ave…" (Os. 9:11).

Hoy en día, a medida que estas naciones se alejan cada vez más de Dios, solo quedan las islas Malvinas y Gibraltar y estas, también las perderán. Lamentablemente, la gloria de Gran Bretaña se ha desvanecido, junto con el que una vez fuera un enorme imperio, concedido por Dios.