El Vaticano rechaza el reclamo de tierra israelí

Hace dos semanas el Sínodo de Obispos del Vaticano declaró que el reclamo israelí de que la Tierra Santa y Jerusalén les pertenecen como promesa de Dios no es bíblicamente legítimo.

Monseñor Bustros declaró: "Nosotros los cristianos no podemos hablar de la ‘tierra prometida’ como un derecho exclusivo de un pueblo judío privilegiado… Ya no hay un pueblo escogido". La Liga Antidifamación respondió inmediatamente a los comentarios de Monseñor como "la peor clase de antijudaísmo, casi antisemitismo" (Jerusalem Post online, 27 de octubre).

Aunque la actual presencia israelí en Tierra Santa no es el cumplimiento final de las profecías bíblicas que alega la nación moderna de Israel, la Biblia muestra claramente que vendrá un tiempo cuando Dios traerá a "toda Israel" a esta tierra prometida. Sin embargo, "toda Israel" implica muchas más personas que solo el pueblo judío. Israel consistía originalmente de 12 tribus y son sus descendientes quienes regresarán una vez más a la tierra prometida luego de la gran tribulación (Ez. 34:11-13, Os. 3:4-5, Zac. 8:7-8). Ellos regresarán de los confines de la Tierra, desde su cautiverio y regresarán cantando con gozo y nunca más sufrirán cautiverio (Is. 35:8-10). También en ese tiempo Dios enseñará su verdad a todas las naciones de la Tierra, no solo a las naciones de descendencia israelita (Joel 2:28-29).

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