El mundo está en guerra

“El mundo está en guerra” es el título de un nuevo artículo del Instituto Gatestone (17 de diciembre de 2023). El artículo cita un artículo de Paul Poast en el Atlantic titulado “No es una guerra mundial, sino un mundo en guerra”, en el que dice: “En los últimos dos años hemos visto el mayor número de conflictos desde la Segunda Guerra Mundial”. Aún más preocupante, como se destaca en el artículo del Instituto Gatestone, es que las superpotencias mundiales están apoyando directa o indirectamente la mayoría de los principales conflictos y enfrentamientos en África del Norte, Oriente Medio, Europa y el Pacífico. Israel utiliza armas estadounidenses para luchar contra Hamás, y las municiones de los aliados occidentales apoyan a Ucrania contra Rusia. Hamás, los hutíes y Hezbolá luchan contra Israel y cuentan con el respaldo directo de Irán, y todos utilizan armas de fabricación china. Rusia está utilizando municiones chinas y norcoreanas en Ucrania.

Como dijo Gregory Copley, presidente de la Asociación Internacional de Estudios Estratégicos y editor jefe de Política Estratégica de Defensa y Asuntos Exteriores: “Es posible en los siglos XX y XXI decir que, de hecho, no hay guerras regionales, porque todas ellas tienen algún grado de participación de las grandes potencias”. Continuó: “Las guerras por poderes pueden, si no se atienden, convertirse en guerras directas entre las principales potencias”. Las grandes potencias a menudo respaldan a las facciones en los conflictos regionales; pero por su número, escala y nivel de participación, los actuales conflictos representan una verdadera escalada. Una vez más, como dijo Copley: “Las grandes potencias perciben oportunidades cuando las naciones pequeñas están en conflicto, y lo que parece un ‘conflicto menor’ pronto se convierte en un tiroteo fuera de control”. La pregunta es: ¿todos estos conflictos regionales desembocarán en un conflicto mundial?

Para muchos es fácil pensar en estos conflictos regionales como luchas en tierras lejanas, pero en cualquier momento podrían convertirse en algo personal y real, muy rápidamente. Los actuales “conflictos regionales” podrían ser precursores de conflictos directos mucho mayores entre las superpotencias mundiales, y la situación podría empeorar en un abrir y cerrar de ojos. Como predijo el profeta Isaías sobre este mundo rebelde: “Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente” (Isaías 30:12-13). Para más información sobre cómo estos conflictos regionales podrían relacionarse con las profecías mundiales, lean “¿Se habrá iniciado la Tercera Guerra Mundial?”