Disturbios económicos en Argelia

En los últimos dos meses los precios de la harina y el aceite comestible se han duplicado en Argelia.

Aunque las estadísticas del gobierno colocan el desempleo en un 10%, las organizaciones independientes lo fijan en un 25%. Los disturbios son secuelas del aumento en el desempleo y los altos precios. Centenares en todo el país, principalmente jóvenes, se enfrentan con la policía y dañan edificios del gobierno (The Guardian, 7 de enero). Como resultado ha habido centenares de personas muertas o heridas. Emulando un hecho en Túnez, varios argelinos se han prendido fuego en protesta contra el gobierno (www.megharabia.com, 28 de enero del 2011).

Argelia tiene cierta riqueza debido al petróleo. En respuesta a los disturbios, los ministros de finanzas cancelaron las tarifas de importación para bajar el precio de los alimentos y disminuir parte de la violencia. Pero según un funcionario argelino: "Los funcionarios se han destacado en crear fracasos, a pesar de la abundancia económica de Argelia… tratan la anarquía social con una estupidez extrema. En lugar de tomar medidas para acabar con la ira, comenzaron a propagar acusaciones a diestra y siniestra, tratando de ubicar a quienes movilizaron a la gente. No han encontrado a los elementos ocultos, ni han podido detener el problema" (TheMediaLine.org, 9 de enero).

Hace mucho, Dios advirtió que los líderes que se preocupan solo de sí mismos y descuidan a su gente, tendrán graves consecuencias (ver Ez. 34). El descontento en Argelia se suma a la desestabilización del Oriente Medio y África del Norte.