¿Estamos listos para la intervención de Dios? | El Mundo de Mañana

¿Estamos listos para la intervención de Dios?

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Todos los días leemos noticias y vemos imágenes de millones de seres angustiados que huyen de su patria en un intento desesperado por llegar a un lugar seguro.

Cada vez llegan más personas a Europa procedentes de África, el Oriente Medio y otras regiones. ¿Por qué? Porque sus gobiernos humanos están fracasando. Porque su propio pueblo está "desesperado" por conseguir un lugar donde ellos y sus hijos sientan alguna tranquilidad, cierta seguridad física y donde puedan procurarse las necesidades básicas de la vida; como alimento, agua y un mínimo de higiene.

Sin embargo, por todo el Oriente Medio, África y muchas naciones de Asia, Sudamérica y otras partes, los gobiernos están fracasando. Hay miles de personas que mueren de hambre ahora mismo. Hay trastornos económicos y gobiernos al borde de la bancarrota en Brasil, Argentina y otras partes de Latinoamérica. ¡Piense en los centenares de víctimas de asesinato, violación carnal y tortura a manos de los carteles del narcotráfico en México! De nuevo preguntamos: ¿Por qué?

Cuando leemos en Génesis 6 el inspirado relato de por qué el Dios Todopoderoso "destruyó" toda carne, salvo la familia de Noé, resulta obvio que la generación actual se acerca mucho a aquel mismo grado de depravación moral. Porque en los tiempos de Noé, "se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia" (Génesis 6:11).

Queridos lectores, cuando leemos constantemente informes sobre cómo los gobiernos corruptos en todo el mundo oprimen a sus pueblos y los reducen a la miseria, ¡es obvio que el Dios Todopoderoso intervendrá pronto! En su Palabra nos dice: "Yo el Eterno no cambio" (Malaquías 3:6). El mismo Jesucristo, el que no cambia, vendrá pronto (Apocalipsis 11:15). De hecho, ¡es la única esperanza para esta corrupta generación!

Manos a la obra

Quienes estamos en esta obra, ahora mismo tenemos la gran oportunidad de llegar a la gente de este mundo con poder creciente, y proclamar la realidad del Dios verdadero; la realidad de la segunda venida de Jesucristo y el verdadero significado de la vida, que tan pocos entienden. En esta obra nos esforzamos por proclamar la verdad de Dios a un mundo engañado y confundido. Esta obra del Cristo viviente aumenta constantemente su poder y su impacto. ¡Espero que todos los lectores fieles estén orando por el crecimiento sostenido de esta obra! Estamos agradecidos por el aumento en las suscripciones a la revista El Mundo de Mañana, cuya edición impresa de marzo y abril en inglés, francés y español; alcanzó un total sin precedentes de 539.000 ejemplares. Teniendo en cuenta que muchos ejemplares los leen dos o tres personas, ¡significa que posiblemente estemos llegando a más de un millón de personas con cada número de esta revista!

Al mismo tiempo, deseamos ser buenos administradores de los recursos que Dios provee. Por eso se verá que la circulación ha bajado ligeramente con este número. Como muchos saben, pedimos a quienes no han estado en contacto con nosotros por algún tiempo que "renueven" su suscripción. También buscamos maneras de difundir este mensaje al menor costo posible y por vías que lleguen a un público nuevo. Muchos de nuestros lectores, en especial los más jóvenes, son hijos de la era digital que leen ante todo en una pantalla, sea de la computadora o incluso del teléfono.

Queridos lectores, recordemos que Jesucristo dio esta orden a sus siervos: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15). ¡Esta obra está cumpliendo el mandato más poderosamente que cualquier otra obra similar en el mundo! Sentimos gratitud porque Dios se ha valido de nosotros como sus siervos para cumplir su comisión. Y sobre todo, agradecemos al Dios Todopoderoso por la oportunidad que nos da, por la fuerza que nos concede y por las "puertas" (Apocalipsis 3:8) que nos está abriendo para que pasemos por ellas, y lleguemos al mundo entero con el mensaje de Cristo para los últimos días. Es así como podemos advertir a los habitantes del mundo con información que la mayoría desconoce. ¡A Dios gracias! Es preciso que miremos hacia el futuro con toda fe y alegría, esperando la segunda venida de Cristo, cuando Él "completará la obra" que ha comenzado en esta era.

¡Nadie se burla de Dios! Las ideas y prácticas viles y absurdas que circulan en nuestra sociedad pervertida se acabarán pronto cuando Cristo regrese como Rey de reyes. Pero antes de eso, Dios tendrá que dar una buena sacudida al mundo para que todas las naciones se dispongan por fin a "escuchar" a sus verdaderos siervos y a humillarse al punto de aprender de sus siervos en el mundo de mañana. Y nosotros también debemos prepararnos. Lea mi artículo: ¿Está usted dispuesto a cambiar? en la página 10 de esta revista, ¡para saber lo que cada uno de nosotros tiene que hacer!

El mundo parece que se estuviera "desbaratando" frente a nosotros, como lo explica el señor Rod McNair en su artículo: Tiempos difíciles, en la página 4 de esta edición. Efectivamente, las cosas están empeorando y serán aún peores antes del final. Refiriéndose al fin de esta era, Jesús dijo: "Entonces habrá señales en el Sol, en la Luna y en las estrellas, y en la Tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la Tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca" (Lucas 21:25-28).

Al final de esta era, cuando todos veamos las señales del poder formidable de Dios, cuando Cristo regrese en su gloria y esplendor a gobernar al mundo, podremos de hecho "levantar la cabeza" y agradecer que hayamos estado dispuestos a ser auténticos siervos de Dios. Podremos agradecer a Dios eternamente porque nos ha inspirado a dar de nuestros recursos físicos para ayudar a "alimentar" su manada y llegar, como siervos del Dios viviente, con gran poder a los siete mil millones de seres que pueblan la Tierra. La Tierra por fin será un verdadero paraíso: no como las supuestas utopías tan esperadas pero fracasadas, como lo destaca el señor Richard Ames en su artículo: Utopía mundial: ¿Un sueño imposible?, en la página 13 de esta edición.

¡La obra TIENE que avanzar!

Es imprescindible que avancemos con más poder que nunca, proclamando este vital mensaje, porque las "tinieblas" ya empiezan a caer sobre este mundo. Pronto, cuando ocurran estas cosas, podremos tener gratitud eterna y alegría rebosante al ver a nuestro Salvador y Hermano mayor de regreso trayendo el don de la vida eterna.

Esta es nuestra esperanza, ¡una esperanza muy real! Como ya saben nuestros fieles lectores de El Mundo de Mañana, ¡los sucesos que preceden al regreso de Jesucristo ya se están produciendo! Siendo así, alegrémonos con la promesa de Cristo: "¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro" (Apocalipsis 22:7). Y de nuevo: "He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra" (Apocalipsis 22:12). ¡Esperemos con certeza que nuestra "obra" nos traiga una recompensa maravillosa cuando Cristo regrese a establecer su Reino sempiterno! Finalmente, Jesús nos dejó esta promesa: "Ciertamente vengo en breve" (Apocalipsis 22:20).

Entreguémonos por completo a la preparación para tan extraordinario suceso, de modo que estemos presentes cuando Cristo regrese como Rey de reyes, y para que al final de esta era recibamos un premio maravilloso por lo que habremos hecho mientras hemos estado a su servicio.

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