Un "camino" de vida | El Mundo de Mañana

Un "camino" de vida

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Millones de personas afirman vivir en búsqueda de "normas" y "valores" correctos. Algunos experimentan con diferentes creencias de la "nueva era", o diferentes ideas y teorías de la psicología pop. Los encuestadores nos dicen que muchos otros simplemente son "quisquillosos" que juntan ideas y prácticas de diferentes credos para hacer su propia religión.

La mayoría de esas personas desean ser "parte" de algo. Sienten que las iglesias tradicionales de las que se han retirado no satisfacen esa necesidad. Afirman que la fe y los rituales vacíos no son suficientes para llenar sus anhelos espirituales.

Pero de lo que no han podido darse cuenta es que la verdadera religión de Jesucristo es una religión muy activa. Cuenta con normas y valores específicos. Es todo un "camino de vida". Casualmente, en Hechos 9:2, el perseguidor Saulo solicitó cartas que lo autorizaran a detener a todo cristiano en Damasco "a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén". Por inspiración de Dios el autor del libro de los Hechos nos dice acerca de Pablo: "Discutía en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a griegos" (Hechos 18:4, RV 1995). Y refiriéndose a Apolos nos dice: "Comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando lo oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios" (v. 26).

En Hechos 19:9 leemos: "Endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno". Y más adelante: "Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino" (v. 23).

Cuando observamos el cristianismo original, aun los extraños se dan cuenta de que esos primeros seguidores de Cristo estaban muy lejos de tener una fe vacía con rituales superfluos. Por el contrario, luchaban "ardientemente" por ¡un camino de vida! Y la realidad del venidero Reino de Dios causaba pasión y fervor ¡en toda su existencia!

De lo que esos modernos "buscadores de la verdad" tampoco se dan cuenta, es que "un camino de vida" sirvió para que algunas naciones llegaran a ser poderosas. Y que en los primeros años de esas naciones, aunque con algunas imperfecciones, la ética judeocristiana fue su baluarte; a diferencia del grado de deterioro moral que están viviendo desde años recientes.

Ahora todo indica que vamos aceleradamente abandonando el limitado conocimiento espiritual que hemos tenido como naciones, y la forma de vida básicamente decente que hemos practicado. Crecí en el Oeste Medio de los Estados Unidos entre los años 30 y 40, y recuerdo la casi absoluta seguridad de nuestra ciudad y vecindario. Las ancianas caminaban por la noche sin ningún temor. Los niños y niñas jugábamos a las escondidas o a policías y ladrones en casi total oscuridad en los vecindarios por toda la ciudad. Sobre violaciones o asesinatos prácticamente no se escuchaba. Y mucha gente ni siquiera se molestaba en pasar el cerrojo a sus puertas por la noche.

En ese entonces se enseñaba el respeto a la autoridad y la mayoría lo practicaba. Los diez mandamientos se colocaban a la vista en las escuelas y sitios públicos.

Pero, ahora, ¡todo eso ha desaparecido!

Como nuestras naciones se han alejado de Dios y de sus leyes, el Dios del Cielo en definitiva ha indicado que por amor a nosotros va a tener que corregirnos a fin de que volvamos a Él. Dios les advirtió a nuestros antepasados que si nuestros pueblos se desviaban y nos corrompíamos y hacíamos lo malo ante sus ojos, se vería obligado a intervenir y sacudirnos hasta que lo sintiéramos (Deuteronomio 4:23-25). "Pongo hoy por testigos al Cielo y a la Tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos. Y el Eterno os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará el Eterno" (vs. 26-27). Dios dijo que llegaríamos a ser "pocos en número" y que nos volveríamos completamente idólatras hasta que fuéramos totalmente humillados y decidiéramos buscarlo de todo corazón y con toda nuestra alma (vs. 28-29).

¿Cuándo sucederá todo esto? "Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres al Eterno tu Dios, y oyeres su voz" (v. 30).

Ahora ciertamente estamos en esos "postreros días". Ahora ya somos capaces de destruir toda la vida humana de este planeta, como lo predijo Jesús en Mateo 24. Ahora estamos en la más extrema corrupción, exactamente como lo predijo el apóstol Pablo para los últimos días en 2 Timoteo 3:1-5: "Debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos" (v. 1). Y gran cantidad de situaciones parecen venir juntas como humillación y castigo definitivos para nuestros pueblos. En una profecía dual, aplicada primero para el cautiverio de Israel, y ahora para el tiempo del fin, Dios advirtió: "Si aun con estas cosas no me oyeres, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce" (Levítico 26:18-19).

Esa es una de las razones para la existencia de esta revista. Queremos advertir a nuestros lectores acerca de los peligros que se avecinan, y ayudar a quienes Dios está llamando a vivir según sus caminos y recuperar en su propia vida el cristianismo original de Jesucristo y sus apóstoles; el único verdadero cristianismo y el Camino que traerá bendiciones y felicidad, aun en medio de nuestro mundo turbulento.

Nosotros, en El Mundo de Mañana, con la ayuda de Dios hacemos nuestros mejores esfuerzos para llevar a cabo la obra que Jesucristo encomendó. Para tener una idea más completa sobre lo que esto significa, no deje de leer mi artículo: ¿Qué es la obra de Dios? en la próxima edición de esta revista. La obra de proclamar el mensaje de Dios mediante esta revista y los programas de radio y televisión de El Mundo de Mañana, está siendo utilizada por Dios para advertir al mundo, y advertir y ayudar a usted si está dispuesto a escuchar. Porque estamos al servicio de Dios para ayudar a preparar el camino hacia el venidero Reino de Dios en esta Tierra, el único que puede traer paz y felicidad verdaderas. El Dios verdadero advierte a las naciones engañadas (Apocalipsis 12:9) de este mundo: "Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis" (Habacuc 1:5).

Por su bien, por su misma supervivencia, oro para que muchos miles de ustedes queridos lectores abran su mente para estudiar y comprobar lo que Dios les está diciendo ahora mismo y que algunos tengan la voluntad para actuar conforme a la verdad de Dios, ¡mientras tengan oportunidad! Porque cuanto más sinceramente "busquen a Dios", cuanto más oren y se hagan parte de esta obra del tiempo del fin que Jesucristo está llevando a cabo; tendrán mayor oportunidad de hacer "tesoros en el Cielo" (Mateo 6:19-21).

Por inspiración de Dios el apóstol Judas escribió: "Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (v. 3). Obsérvese que la verdadera fe fue "una vez" dada. Nunca iba a ser alterada, cambiada, desechada, disminuida o manipulada. Judas continuó: "Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (v. 4). Durante el oscurantismo medieval hubo hombres impíos capaces de cambiar y pervertir el camino de vida que nos enseñaron Jesucristo y sus apóstoles.

Las naciones de este mundo no van a continuar existiendo, como las hemos conocido, a menos que hagan un profundo cambio en su carácter, algo así como un arrepentimiento general y regresen al camino de Dios. Pero cada uno de nosotros, individualmente, puede ser bendecido y protegido durante los traumáticos tiempos que se aproximan; si es que estamos en disposición de vivir según el camino que Jesucristo nos enseñó, y de esforzarnos por contender "ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos".

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